Hemos visto casi de todo en el mundo del arte, pero siempre habrá alguien que nos sorprenda. En este caso, el artista Salvatore Garau está en el candelero por vender esculturas inmateriales, invisibles… inexistentes.
Y no vende sus «obras» baratas precisamente, ya que la última que ha colocado le ha reportado 15.000 euros. ‘Io sono’ (Yo soy) se llama la obra vendida por tal cantidad a través de una casa de subastas.
El comprador recibirá un certificado de garantía firmado y sellado por Garau, pero nada más, ya que la obra no existe, es inmaterial.
Según Garau, su trabajo busca mostrar que el vacío realmente es un espacio rebosante de energías y que no veamos nada no significa que no se trate de una realidad.
Y el tema no termina ahí, ya que Garau ha visto un filón en esto y ha presentado en Nueva York su obra ‘Afrodita llora’, también inexistente, ya que únicamente muestra una circunferencia en el suelo en el lugar que se supone ocupa la escultura inmaterial.
Garau subasta sus obras, pero todo tiene un origen y él ya había practicado con esta serie de esculturas. Fue en Milán, donde presentó ‘Buda en contemplación’, otra obra incompresible para muchos al tratarse únicamente de un cuadrado dibujado en el suelo, pero el inicio de una lucrativa serie para su «autor».
