Las trampas colocadas por los cazadores furtivos son una amenaza increíblemente cruel para la vida salvaje. Y lo vivido por una cría de elefante en Kenia es prueba de ello. Quedó atrapada en una en una cerca del río Tana, en la Ndera Community Conservancy.
Por suerte para el animal, un grupo de veterinarios se movilizaron por tierra y aire para salvarlo. El Dr. Poghon y su equipo de la Unidad Veterinaria Móvil de KWS/SWT Tsavo del Sheldrick Wildlife Trust, una de las organizaciones benéficas de vida silvestre más antiguas de África, fueron los héroes en esta ocasión.
Desde el aire, en un helicóptero, localizaron a su madre, que miraba la angustiada la escena desde unos 50 metros de distancia. Fue necesario disparar al elefante un dardo anestésico para someterlo y poder trabajar. Lograron entonces cortarle la cuerda que lo tenía atrapado y rociaron las heridas del tobillo y de una oreja con antiséptico.
Las heridas de la cría no resultaron ser graves y tras las curas, despertó de la anestesia y se alejó ya feliz adentrándose en un matorral.
