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Atrapada en una ventana al deshacerse de un mojón en una cita de Tinder

Una mujer que lanzó un mojón por una ventana de la casa de su cita porque el WC «no funcionaba» tuvo que ser rescatada tras quedar atascada. La gimnasta amateur estaba en su primera cita con un estudiante de Bristol (Inglaterra) llamado Liam Smith cuando entró en pánico y lanzó la caca por la ventana. […]

Una mujer que lanzó un mojón por una ventana de la casa de su cita porque el WC «no funcionaba» tuvo que ser rescatada tras quedar atascada. La gimnasta amateur estaba en su primera cita con un estudiante de Bristol (Inglaterra) llamado Liam Smith cuando entró en pánico y lanzó la caca por la ventana. Resulta que no aterrizó en el jardín, sino que quedó atrapada entre dos ventanas no abiertas. Después de sacar la cabeza primero, se atascó.

Smith tuvo que pedir ayuda a los bomberos. La historia apareció en una página de mecenazgo preparada por el propio estudiante, ya que está intentando captar fondos para arreglar su ventana. Smith cuenta que estaba en una cita concertada vía la famosa app Tinder con la mujer cuando decidieron ir a casa del chaval. «Tuvimos una noche realmente agradable», afirma. «Cenamos en un conocido restaurante de pollos, tomamos algunas cervezas y entonces nos fuimos a casa con una botella de vino para ver una película», añade.

Avon Fire and Rescue service

Entonces la mujer fue al baño y cuando regresó tenía una «mirada de pánico» y le contó lo que había hecho. La ventana del baño se abrió en un estrecho hueco separado por otra ventana doble. «Fue en esta zona de nadie donde mi cita tiró su mojón», afirma.

Smith fue a buscar un martillo para romper la ventana, pero ella decidió «meter la cabeza primero» y se quedó atascada. «Empecé a preocuparme, así que llamé a los bomberos», que tuvieron que rescatarla.

Toilet window

Aunque ella fue rescatada sin daños, la ventana del baño quedó destrozada. «El problema es que me han dicho que cuesta 300 libras (unos 328 euros) reemplazar la ventana y para un estudiante de posgraduado, eso significa un buen montón de mi presupuesto mensual», afirma el estudiante.

Primero pidió 200 libras a través de la plataforma de crowdfunding, pero ya lleva más de 1.200. Dice que él y su cita han decidido dividir el dinero sobrante entre dos entidades de caridad: una que ayuda a los bomberos yy otra que construye y mantiene inodoros en países en vías de desarrollo.

Sí, y quedaron una segunda vez. Y sí, los bomberos de Bristol confirmaron la historia.

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