Un avión que volaba de Yeda (Arabia Saudí) a Kuala Lumpur (Malasia) regresó al aeropuerto de salida por un curioso motivo.
No se trató de un regreso por tormentas, ni por niebla, ni siquiera por problemas técnicos. La razón fue el olvido de una pasajera, pero no un olvido cualquiera, no, ¡se había dejado un bebé en el aeropuerto!
En pleno vuelo, la señora se percató de que le faltaba algo y así se lo comunicó a la sorprendida azafata que la atendió. Una vez conocida la información por el piloto se solicitó el regreso para evitar problemas, ya que la señora empezaba a ponerse nerviosa.
Posteriormente, a modo de anécdota, los propios controladores aéreos difundieron la conversación, en la que se les oye preguntar dos veces qué era lo que se había olvidado la señora, ya que no podían creérselo.
