Las visitas frecuentes al baño durante la noche podrían costar a la economía española unos 2.650 millones de euros al año; unos 39.250 millones a la norteamericana, 12.100 a la japonesa, 7.425 a la alemana o 5.215 a la británica, según una investigación realizada por la organización sin fines de lucro RAND Europe.
Despertarse más de dos veces por noche debido a la nicturia, una condición de salud que afecta el tracto urinario inferior, puede tener un efecto perjudicial en el bienestar y la productividad de una persona en el trabajo, que a su vez tiene un impacto en el PIB de un país, explica sus autores.
Las personas que se despiertan al menos dos veces por noche para ir al baño tienen más probabilidades de ausentarse del trabajo debido a una enfermedad o ser menos productivas en el trabajo, ya que el sueño interrumpido durante la noche afecta su capacidad para funcionar durante el día. Los hallazgos del estudio sugieren que una persona que sufre de nicturia pierde en promedio al menos siete días hábiles más al año debido al ausentismo y al presentismo (estar en una salud subóptima mientras trabaja) que una persona que no tiene nicturia.
Los trabajadores en activo de Estados Unidos que se estima que sufren de nicturia son 27,5 millones, el 12,5% del total de la población activa. En los otros cinco países incluidos en el análisis económico del informe (Reino Unido, Alemania, España, Japón y Australia), 53,6 millones de personas más podrían tener nicturia, entre el 13% y el 17% de la población de cada país.
Los investigadores utilizaron un modelo macroeconómico único para simular la situación económica actual de cada uno de los seis países considerados y luego predijeron cómo se vería afectada la producción económica si se redujera la proporción de personas que padecían nicturia en la economía.
Las personas que sufren de nicturia también informaron una menor satisfacción con la vida y el trabajo, según los datos recopilados a través de dos encuestas grandes vinculadas entre empleadores y empleados. En promedio, una persona con nicturia tiene un 2% menos de satisfacción con la vida en comparación con una persona que no sufre de nicturia. Esta asociación es similar a si el individuo sufriera de otras condiciones de salud graves, como hipertensión, enfermedad cardiovascular o asma.
Además, las personas que sufren de nicturia tienen una participación laboral 1,3% menor en comparación con las personas que no padecen la enfermedad. Esto es similar a las personas con enfermedades crónicas como la enfermedad renal o la hipertensión.
Marco Hafner, investigador principal y economista principal, explica que «los médicos y los profesionales de la salud a menudo pasan por alto la nicturia como un posible problema de salud asociado con la pérdida de sueño, y los pacientes pueden retrasar la notificación de la afección hasta que se vuelve insoportable y afectan sustancialmente su bienestar. Dadas las implicaciones económicas sustanciales de la nicturia no tratada, esto debería ser una llamada de atención»a diversos interesados, incluidos pacientes, proveedores de atención médica y empleadores, de la importancia de identificar y tratar la nicturia».
Diversos factores demográficos, de estilo de vida y de salud están asociados con la nicturia y difieren según la edad y el género. El estudio encontró que condiciones de salud crónicas como la enfermedad renal, diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer e hipertensión podrían estar implicadas en este trastorno.
Texto: EP