Barbate

Hay culpas para repartir

Asumamos todos la culpa porque eso nos ayudará a construir el pueblo que todos queremos, donde no falte el empleo, las radiografías y los pasos de cebra. Y a Serafín dejarlo descansar en paz… y a su familia y amigos, mis más sinceras condolencias

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La primera vez que pisé Barbate lo hice por motivos laborales. Mi empresa me enviaba a este maravilloso municipio para hacerme cargo del semanario Barbate Información, que luego transformé en Trafalgar Información y más tarde en este increíble y único Viva Barbate. Feliz como un esquimal casándose en las instalaciones de Frialba, me dispuse a conocer mi nuevo destino, que visto lo visto, espero que sea el último. A lo que iba, durante los primeros meses de mi estancia en Barbate el PP con Juan Manuel de Jesús gobernaba gracias a un pacto de desgobierno con Adelma, partido en el que estaba un tal Jesús López, a quien un servidor conocía por haberse puesto una pistola en la sien por no sé qué problema con unas viviendas para militares creo que en Sevilla. En fin, un desastre. Pronto comencé a oír hablar de un tal Serafín Núñez.

Por aquellos años muchos defendían su gestión como alcalde de Barbate que fue, pero ya eran muchos más los que le culpaban de todos los males que padecía el municipio. Que si fue el que vendió o cambió por una medalla el Retín a los militares, que si nunca había pagado la Seguridad Social de los trabajadores del Ayuntamiento, que si había enchufado en el Consistorio a amigos socialistas de la vieja guardia, a familiares y a cualquier que jugara bien al fútbol. Que si daba costos y ayuda a familias sin pasar el más mínimo filtro de los servicios sociales. En fin, había muchos vecinos que no le tenían mucha estima. Pero eso sí, la primera vez que lo conocí fue en la Casa de la Cultura durante un encuentro de una asociación cultural de los años 80. Habló, habló y habló, con una gran entonación y al final del discurso todo dios le aplaudió como pocas veces he visto aplaudir a nadie por aquí. Lo odian pero también le aman, pensé.

Fueron pasando los años y cada vez que se acercaban unas elecciones municipales, meses antes de las mismas comenzaba a circular el mismo rumor: Oye, ¿sabes que Serafín Núñez se va a presentar? Aunque al final nunca se volvió a presentar. Eso sí, los que se presentaban temían de su presencia porque “arrastra muchos votos”, decían. “Si se presenta veremos a ver qué pasa, el pueblo es capaz incluso de volver a votarlo”. Pero no, no se presentaba. Y llegó el PP de nuevo con el PBU y sus líos con ex del GIL, los videntes y los ‘sobacones’. Y cuatro años más tarde, en 2011, apareció en la campaña electoral para pedir a todos los candidatos, en especial a Rafael Quirós, quien se hizo con la Alcaldía, que no dudaran en enfrentarse a sus propios partidos porque si algo tenía claro después de su dilatada experiencia es que las distintas administraciones “jamás han apostado por Barbate”. Y me dije al escucharlo, pues mira, tiene razón.

Poco después de esos comicios, quedé con Serafín Núñez en un par de ocasiones. Hablamos, bueno, habló mucho más él, sobre cómo lo estaba haciendo Quirós, pues no le gustaban algunas cosas que veía. Hablamos de los terrenos de El Bujar y hablamos de la idiosincrasia de Barbate. También estuve en su casa y me quedé de piedra con la cantidad de fotos que tenía colgadas en la pared en las que aparecía él con personajes de la cultura y la política de los años 70, 80 y 90. Su labia era impresionante. De eso no hay duda. Y me cayó bien. Como persona, pero pareció un buen hombre, y para mí eso era lo importante. Como alcalde, pues tendrán que opinar los vecinos que lo disfrutaron o lo padecieron, pero hombre, la culpa de los males de Barbate no es solamente suya, nos guste o no, la culpa es de todo el pueblo. Él fue alcalde gracias a los votos de sus vecinos, igual que Tamayo, o Juan Manuel de Jesús, o Rafael Quirós. Así que hay culpas para repartir. Asumamos todos la culpa porque eso nos ayudará a construir el pueblo que todos queremos, donde no falte el empleo, las radiografías y los pasos de cebra. Y a Serafín dejarlo descansar en paz… y a su familia y amigos, mis más sinceras condolencias.

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