“Hoy las personas mayores quieren ser autónomas y desean vivir en su casa el mayor tiempo posible”, subrayó ayer la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, quien ha presentado un informe elaborado por treinta expertos y que contiene un centenar de propuestas sobre las bases del denominado envejecimiento activo.
Esto significa, según la ministra, que “envejecer debe ser un sinónimo de actividad, salud, satisfacción y calidad de vida, y no de dependencia” en un país donde seis de cada diez mayores califica su salud de buena o muy buena.
A partir de este informe, los agentes sociales, las ONG, los partidos políticos y las administraciones, todos ellos representados en el Consejo Estatal de Personas Mayores, tendrán un año para posicionarse sobre las políticas que deben mejorar la calidad de vida de este colectivo, que aglutina a unos ocho millones de personas mayores de 65 años, es decir, cerca del 17% de la población total.
Los expertos proponen, en el ámbito de la protección jurídica, que se revisen los procesos de capacitación y la autotutela, entendida como la posibilidad de que una persona adulta y en pleno uso de sus facultades mentales pueda designar un tutor, para que actué según su deseo en el caso de que las circunstancias lo incapaciten para decidir por sí mismo.
Jiménez ha resaltado, como un objetivo clave, fomentar el ejercicio físico, que ya practica todas las semanas un 18% de los mayores, junto con hábitos de vida saludables y nutricionales que sirvan para prevenir complicaciones.
Mejorar la coordinación sociosanitaria y la formación de los profesionales de la salud dedicados a los ancianos, son otros retos que permitirán la detección precoz de enfermedades con alto grado de prevalencia en el envejecimiento.
Dado que hasta un 28% de los mayores colabora con alguna ONG, los expertos creen que este un campo extremadamente idóneo para que su actividad se vea intensificada así como para promover la convivencia intergeneracional.
Los ancianos españoles quieren reforzar su presencia social y política, y mejorar su formación, como lo asegura más del 40%, algo que no es de extrañar, según la ministra, porque casi nueve de cada diez sólo tienen estudios primarios.
En cuanto a la información y comunicación, la inmensa mayoría quiere ampliar sus conocimientos.