Cádiz

Pleno del Ayuntamiento de Cádiz: exceso de sal y pimienta

El PP plantea una desaladora para la ciudad y Adelante advierte de que consume mucha energía; la playa canina urbana, Náutica y vivienda encienden el debate

  • Pleno del Ayuntamiento de Cádiz. -

A falta de asuntos de gestión, el debate de las mociones puso sal, mucha sal, y pimienta, mucha pimienta al Pleno ordinario del mes de enero del Ayuntamiento de Cádiz.

La preocupación por la falta de precipitaciones y la pertinaz sequía preocupa mucho. La Junta de Andalucía ha puesto sobre la mesa la posibilidad de traer agua en barcos cisternas a la provincia en caso de que la carestía se agrave y se alargue, pero también la opción de construir plantas desaladoras.

José Manuel Cossi reveló en la sesión de esta mañana que ha dado orden a Aguas de Cádiz para que estudie la viabilidad de contar con una portátil y Lorena Garrón, de Adelante Izquierda Gaditana, puso el grito en el cielo porque, entre otros argumentos, advirtió de que una desaladora, aunque sea portátil, por lo que se ve, consume mucha energía. Y claro, se malicia la concejala, eso repercutirá en el bolsillo del usuario.

El debate adquirió en este tempranero punto tintes técnicos que ninguno de los portavoces, escrito con todo el respeto, parecían controlar en demasía. Todo volvió a la normalidad cuando optaron nuevamente por el tono mitinero y se reprocharon mutuamente de que la depuradora compartida con San Fernando no tenga en funcionamiento ya las instalaciones para disponer de aguas regeneradas.

Hasta aquí la sal. Luego los concejales sacaron el pimentero.

David de la Cruz fue generoso con la especia en su intervención en la propuesta del PP solicitando a la Demarcación de Costas de Andalucía que estudie la viabilidad técnica y ambiental de la creación de un tercer espigón entre Santa María del Mar y la muralla del Campo del Sur o la ampliación existente para la creación de una playa canina urbana

El edil de Adelante Izquierda Gaditana tachó de “aberración” la propuesta y alertó del impacto mediambiental de una playa artificial, según le habían dicho desde Ecologistas en Acción.

Pero De la Cruz, además, no pudo evitar la tentación de meter a Eugenio Belgrano y a Jesús Gil en la misma frase. Respecto al primero, recordó que esta iniciativa partió de su formación, Ahora Cádiz, en plena campaña electoral, y con eso (y el tono) bastó para dar a entender que es una barbaridad. Y mentó al que fuera alcalde de Marbella como ejemplo de ideas irrespetuosas con el entorno natural y faraónicas, de manera que se trata de algo “propio de los 80”, antes de que, añadió, la sensibilidad con respecto al litoral “haya evolucionado”.

Lo de mantener la titularidad pública del edificio de Náutica, propuesto por el PSOE, no había manera de tragarlo. Demasiado condimento ideológico. A la izquierda, reproches al PP sobre su inclinación por lo privado; a la derecha, defensa de la colaboración público-privada que crea empleo. Pero ni unos ni otros dejaron claro qué demonios hacer con el enorme edificio en estado ruinoso.

El problema con el exceso de pimienta llegó en el tramo final, cuando Helena Fernández instó al Ayuntamiento a buscar recursos de la Junta de Andalucía para construir viviendas protegidas destinadas a ampliar el parque público de alquiler de vivienda de Cádiz. Al margen del consabido cruce de reproches por construir poco y el discurso del PP sobre que hay que diversificar los inmuebles hasta dar satisfacción al mercado libre sin dar de espalda a los gaditanos con menos recursos, lo destacable fue el encendido discurso de la concejala de Vivienda, Ana Sanjuán. José Ramón Ortega sugirió que contara hasta diez (y ahorrarse un sofoco) y desde Adelante Izquierda Gaditana bromeó con la lectura dramatizada de su intervención. Lo cierto es que, en algún momento, si escuchabas el Pleno sin voz, parecía que la delegada municipal se había tragado más de un grano de la especia por error.

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