Federico Linares, presidente de EY España, consultora de referencia internacional, es un apasionado del rock, pero esta mañana se atrevió con el cajón. Lo hizo sobre el escenario del auditorio del Palacio de Congresos, con el rey Felipe VI entre el público, para presidir el acto central del Tour del Talento, que se desarrolla en la capital durante esta semana, con la proclamación del Premio Princesa de Girona Social 2024.
Habría que preguntarle a su majestad cómo lo hizo el bueno de Linares, porque hay que recordar que el monarca sorprendió a propios y extraños hace un año frente al Falla, durante el Congreso de la Lengua, por su ritmo.
Tal vez en otra ocasión. Felipe VI no intervino en la ceremonia. Tampoco hubo ocasión de formularle ninguna cuestión porque los medios de comunicación siguieron su visita desde un rincón.
La organización y Casa Real querían que ocupara el primer plano el talento joven, sobre el que gira el medio centenar de actividades programadas entre el lunes y el viernes por la fundación.
Así que los estudiantes de la Universidad de Cádiz (UCA) que integran la asociación Fórmula Gades, fabricantes de un monoplaza que compite a nivel europeo, y las responsables de Alindoy, ONG con 25 años que trabaja en la barriada de La Paz; el proyecto de Natalia Palomo para promover el bienestar emocional a través del flamenco, de la mano de #MujeresImparables; y Nuria Fábregas, joven emprendedora que, con Zona Franca e Incubazul, comercializa biquinis elaborados con plástico reciclado, acapararon los focos.
Ni siquiera los consejeros de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, y de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, hicieron declaraciones. Tampoco la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Sáiz.
Solo se pusieron a tiro el alcalde, Bruno García, quien agradeció nuevamente la apuesta por Cádiz del evento, el presidente de la Fundación Princesa de Girona, Francisco Belil y el secretario general de la entidad, Salvador Tasqué, que coincideron en destacar que la ciudad “se ha volcado” con la agenda de actos y destacaron el potencial de la ciudad, su provincia y la comunidad. “Estamos a tope con el talento andaluz”, remarcó el CEO de Trivu, Pablo González.
Felipe VI llegó a la Plaza de Sevilla en torno a las once menos cuarto y se demoró en saludar amablemente a casi un centenar de personas que lo vitoreaban con los tradicionales Viva España y Viva el rey.
Pero el baño de masas se lo dio en el interior del Palacio de Congresos, antes de su partida. Los estudiantes que en su mayoría ocuparon el auditorio lo despidieron entre aplausos y aclamaciones e incluso se hicieron algún selfi con el jefe del Estado, sin reparar que los verdaderos protagonistas eran precisamente ellos.