El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, asombrado por el proyecto de extracción y estudio de los restos del pecio denominado Delta I, hallado en el Puerto de Cádiz durante las obras de construcción de la Nueva Terminal de Contenedores iniciada en 2011, ha asegurado hoy antes los medios de comunicación que “es para hacer un documental de los de Netflix o HBO”.
Lo cierto es que las explicaciones sobre la actuación prevista por parte de Milagros Alzaga, jefa del Área Intervención del Centro de Arqueología Subacuática (CAS), dimensionan el calado de la iniciativa. Para empezar, este es el primer pecio que se izará y trasladará a tierra en España para llevar a cabo un exhaustivo examen.
Tras el izado, descansará bajo una carpa de 20x25 metros, donde se mantendrán lo restos húmedos para su conservación, y sobre un geotextil grueso y una capa de arena de 20 centímetros de alto. “Cuando la quilla toque la arena se pondrán los sacos terreros para que sirvan de amortiguación y los restos de la embarcación se posicionen antes de iniciar el estudio”, ha explicado Alzaga.
A continuación, el barco será sometido a limpieza, se eliminarán las concreciones que tenía “y se realizará una cobertura fotográfica y fotogramétrica del pecio, no solo de lo que se está viendo, sino de las distintas etapas que formaron parte de la construcción del navío”.
"Cada madera (retirada desde el casco interno del barco, pasando por las cuadernas y el casco de sacrificio) será estudiada, se limpiará, se escaneará, se fotografiará, y se tomará una muestra de cada una para un estudio cronológico e incluso para saber de qué árbol procede y cuándo se taló”, ha agregado.
Esto permitirá la recreación en 3D del buque y despejar dudas sobre los hasta ahora desconocidos métodos de construcción en el siglo XVII, siglo del que data, de acuerdo a los restos arqueológicos hallados junto al mismo en el fondo del mar, 27 cañones de hierro fundidos en Suecia, 22 lingotes de plata alargados y en torta procedentes de las minas del alto Perú, en la actual Bolivia, con marcas de la orden real de 1651, y una campana con la leyenda “Jesús, María y José” de 1751.
También se propone encontrar el nombre del barco, aunque Alzaga ha reconocido la dificultad, y cuestiones sobre dónde fue construido, qué hacía en Cádiz o por qué se hundió.
Bernal ha destacado el papel del CAS, que ha identificado 280 yacimientos acuáticos en los últimos 25 años, y Teófila Martínez, presente, asimismo, en la rueda de prensa, ha recordado la inversión para este proyecto, con una duración de seis meses y adjudicado a Divership, por 543.902,82 euros. En este sentido, ha remarcado que la APBC ha destinado 2,6 millones de euros en la recuperación del patrimonio histórico de Cádiz.
El alcalde, Bruno García, por su parte, “la importancia del cuidado de todo el patrimonio y del subacuático en particular, porque eso es apostar por nuestra historia y por nuestro futuro”.