Cádiz

“Hacen falta soluciones políticas para abordar la realidad migratoria”

El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, preside en la Catedral de Cádiz la ceremonia de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

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  • Rafael Zornoza, en cla Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. -

En la mañana del domingo, 29 de septiembre, el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió, en la Catedral de Cádiz, la ceremonia de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024.

Enmarcada bajo el lema Dios camina con su pueblo, en esta edición se nos invita a recorrer juntos una parte del camino, con nuestra comunidad, parroquia, diócesis, implicando también a todos los habitantes de las “periferias existenciales” que el Papa Francisco nos anima a acoger. El Santo Padre nos recuerda que todos nosotros, Pueblo de Dios, somos migrantes en esta tierra, en camino hacia la “verdadera Patria”, el Reino de los Cielos. Los migrantes son un ícono contemporáneo de este pueblo en camino, de la Iglesia en camino y, al mismo tiempo, es en ellos y en todos nuestros hermanos y hermanas vulnerables donde podemos encontrar al Señor que camina con nosotros.

Así, amenizada con cantos y bailes típicos africanos, contó con la participación de los agentes y voluntarios de la pastoral diocesana de Migraciones y de numerosos migrantes que residen en la diócesis, con banderas de sus países de origen.

Durante la ceremonia Mons. Rafael Zornoza aseguró que “en esta jornada la Iglesia nos recuerda esta misión tan importante de caridad y de respuesta cristiana a la realidad migratoria, que llega a ser una circunstancia que marca la vida contemporánea y que muchas veces es problemática. La Iglesia defiende siempre el derecho a emigrar y a no emigrar. Cuántos quisieran ejercer el derecho a no emigrar, pero no pueden seguir viviendo en algunas circunstancias”.

El obispo diocesano puso la mirada en aquellos que tienen la posibilidad de solucionar los problemas de la emigración, los gobiernos de los distintos países del mundo. “Por lo que se ve, por las carencias, por los atropellos, la forma en que se hace y las consecuencias que tiene, no está suficientemente resuelto ni atendido por quienes tienen en su mano el poder de los pueblos y pueden dar soluciones políticas. A ellos hay que pedir siempre en nombre propio, como ciudadanos, que velen por esta situación, que daría, en el fondo, una estabilidad a los pueblos que salen de sus casas y a aquellos países que los reciben, y así se haría un mundo mejor”.

En cuanto al lema de la jornada, Dios camina con su pueblo, el obispo diocesano manifestó “que es una expresión muy llamativa porque cuando vemos a ese pueblo que camina, vemos un camino que se hace como el que hacemos los cristianos. En ese camino el pueblo de Dios itinerante abre sus brazos  y abre sus puertas y quisiera acoger a todos cuantos se acercan a Él. Incluso ir al mundo entero a anunciar el Evangelio y que todos los hombres puedan comprender su destino glorioso. Tenemos ahora la oportunidad de vivir siendo nosotros los receptores y acogedores de aquellas personas que, además, nos muestran un rostro muchas veces doliente, en el que Cristo ha querido identificarse”.

Tras la misa se celebró en el Centro Tartessos de Cádiz en Cádiz, el tradicional almuerzo-convivencia, en el que participaron voluntarios del Secretariado Diocesano de Migraciones, Fundación Centro Tierra de Todos y Asociación Cardijn, así como personas migrantes que residen en nuestra diócesis. Una jornada con degustación de comida internacional y distintas actividades lúdicas y deportivas.

Por otro lado, el viernes 11 de octubre, a las 20.00 horas, en la Playa de Los Lances (Tarifa), se celebrará también la tradicional Vigilia de Oración por todas las personas migrantes que han perdido su vida o han desaparecido intentando cruzar el Estrecho. 

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