Cádiz

Ikechi explica su versión de la historia en una carta abierta

Se le acusa de haberse negado a jugar contra el Lugo alegando una lesión que los médicos no aprecian

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  • Ikechi en Valdevebas -

Ikechi Anya comenzó la temporada a la sombra de Toti, pero poco a poco se fue haciendo con un puesto fijo gracias a la explosividad de su carrera y su clara mejoría con el balón a la hora de decidir cómo finalizar las jugadas. Pero esa mejoría desapareció en la fase de ascenso. Su juego fue decayendo, pese a lo cual nunca salió del equipo. El empuje de Juanse o el canterano Dieguito no convenció a Jose para darles la oportunidad que tampoco mereció el defenestrado Toti.

Pero lo que nadie imaginaba era en lo que desembocaría la situación. Los rumores sobre su supuesta vida extradeportiva se acrecentaban a la vez que se desvelaba su negativa a jugar contra el Lugo porque, según él, estaba lesionado. En contraposición a esto, explicaba el preparador físico Pepe Losada en la SER que “no estaba lesionado, se le realizó una resonancia a propia petición, pero en ella no se veía lesión alguna”.

Esto, unido a una fotografía del futbolista sonriente junto a unos amigos en la Costa del Sol al día siguiente del partido, han provocado que ofrezca su versión en las redes sociales. Afirma Ikechi que le costó dormir tras el partido, pero que ya había quedado en visitar a un antiguo entrenador que es muy importante para él y estaba de paso. “Me ha dolido muchísimo que la gente utilice esa foto para decir que me daba igual el partido”, lamenta.

Ikechi explica que tenía molestias desde la ida en Albacete, afirmando saber que su gran virtud es la velocidad y que “juegue mal o bien, por lo menos puedo aportar eso, pero con mi estado no podía correr al máximo”. “Nunca me negué a jugar, sólo comenté que estaba tocado y  que algunos podrían hacerlo mejor que yo, algo que hice pensando en el equipo, se ve claramente que no me negué a jugar porque al final jugué”.

“La mujer que me atacó tras el partido me sorprendió muchísimo, es la mujer del utillero y no digo esto para quedar bien, sino para que veáis mi carácter, a veces la nómina llegaba muy tarde y más de una vez les dí dinero para que las cosas no fueran tan difíciles, así que esta reacción fue un palo muy duro para mí”, cuenta y añade que “también he ayudado a alguno del Cádiz B cuando tenía problemas”, añade.

Sobre su futuro reconoce que debe hacer lo que quiera el Granada: “En Cádiz he aprendido mucho, desde que no jugaba hasta que la grada coreaba mi nombre, si el Granada quiere yo volvería encantado”. “De verdad estoy hundido con no ascender, he pasado casi un año aquí y coges cariño a todos; ojalá me den una oportunidad más para ascender con el Cádiz, pero si no es así doy las gracias a la mayoría por haberme tratado con respeto”, finaliza.

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