¡Vaya cagada! El jugador de baloncesto DJ Cooper tendría algo que ocultar cuando consiguió burlar un control antidopaje cambiando su orina por la de otra persona. La jugada le habría salido bien, pero no contó con un detalle: la orina que entregó era de su novia… ¡embarazada!
Claro, los valores de los análisis cantaron enseguida. Era evidente el cambiazo porque Cooper no podía estar embazarado. El estadounidense fue suspendido por la FIBA, aunque el ridículo tampoco le habría ayudado mucho a encontrar algún equipo pese a haber comenzado a fraguarse una carrera en el baloncesto europeo.
Jugaba en Francia cuando se realizó el control fallido, pero ahora ni siquiera se sabe dónde está, posiblemente cuidado su tripita para el próximo parto. No hay mal que por bien no venga, tuvo que aparcar sus ilusiones en el mundo del deporte, pero podrá entregarse por entero a su familia.
