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Camisetas, calcetines, bolsos… Así es la moda inspirada en obras de arte

EFE- Los tiempos en los que una sola moda o estilo se imponía tienen fecha de caducidad. Hoy, ante movimientos como el “body positive” que luchan contra los cánones de belleza, y el aumento de la diversidad y la visibilidad de estilos y realidades distintas, ya no solo los cuerpos y las ideas diferentes se […]

EFE- Los tiempos en los que una sola moda o estilo se imponía tienen fecha de caducidad. Hoy, ante movimientos como el “body positive” que luchan contra los cánones de belleza, y el aumento de la diversidad y la visibilidad de estilos y realidades distintas, ya no solo los cuerpos y las ideas diferentes se dejan ver cada vez más: también lo hacen las maneras de vestir.

Aunque la opción de acudir a grandes diseñadores o a las principales superficies de la industria textil siga siendo lo más habitual, las alternativas van ganando terreno.
Una de ellas es apoyar a los artistas y diseñadores independientes que utilizan las redes sociales para vender prendas y complementos que ellos mismos crean.

Aunque la variedad de este tipo de artistas que puede haber en redes como Instagram es enorme y diversa, Efe entrevista a algunos y, pese a ser cada uno de ellos único, coinciden en una cosa: la temprana vocación por el arte.

VOCACIÓN Y PROFESIÓN
Es el caso de Simon’s Madness, con miles de seguidores en Instagram, que explica: “Desde que era pequeña, la vena creativa comenzó a guiarme hacia una visión del mundo diferente y abstracto que, por alguna razón, terminó siendo mi pasión”.

Camiseta Brujas de Simons Madness

Esta artista ha dado a conocer gran parte de su obra en galerías, exposiciones y también en redes sociales. Y a través de su tienda online vende prendas y complementos originales como pendientes, calcetines, bolsas o camisetas. Estas últimas son las que mejor acogida tienen entre los compradores.

“Es un producto único, con diseños exclusivos y realizados en una técnica duradera (serigrafía)”, dice Simon’s al respecto. Su público principal son “mujeres que rondan 15-30 años, pero intento que todo el mundo se sienta identificado y a gusto con mi trabajo”.

En la misma línea, Celeste Mür también habla de una vocación temprana: “desde siempre he dibujado y he tenido mucha afición por las manualidades y artes plásticas”, dice en entrevista con Efe.

Celeste y una de sus bolsas artísticas.

Esta artista, que ha colaborado entre otros para We Lover Size, también ha diseñado su propio “merchandising” incluyendo bolsos de tela y otros complementos a disposición de “un público mayoritariamente femenino y bastante feminista, interseccional y concienciado con la reeducación”.

“Cuando saco algún producto con estas temáticas suelen tener muy buena acogida, como por ejemplo los bolsos de tela o los parches”, dice, y añade: “y los gatos; si hay gatos, hay éxito asegurado porque somos todas unas ‘cat ladies’” explica Celeste.

Bolsas del «Jocker» de Aran Einior.

Aran Einior es otro artista con mucha popularidad en Twitter, y que también ha llevado a cabo su proyecto de artículos inspirado en sus propios cuadros: “empecé a adentrarme en el mundo del “merchandising” cuando, de adolescente, comencé a ver cómo otros artistas recurrían a él como alternativa para evitar vender originales o rentabilizar una obra que había gustado más de lo esperado”, dice.

 

Por su parte, Sehelen Art, de “El Yin Yan de la Artesanía” (@sehart_yinyanartesania en Instagram), también dio un paso similar: “Desde pequeña siempre me gustó el arte, tanto dibujar cómo moldear.

Pendientes creados por Sehele Art.
Colgante creación de Sehele Art.

ESCAPARATE DIGITAL
Otro aspecto en el que todos estos artistas y diseñadores coinciden es en el importante papel que juegan las redes sociales para los profesionales de su sector: “tu tienda es tu cuenta y tu negocio y producto dependen de cómo vendas esa tienda”, dice Aran Einior.
“Las RRSS han sido fundamentales para los artistas que no teníamos posibilidades de realizar galerías o que no teníamos un nombre en las grandes esferas”, afirma Simone’s Madness.

Camiseta Yokai creación y foto de Simons Madness
Camiseta Retro de Simons Madness. Foto cedida

A su vez, para Celeste “las redes sociales se han convertido en nuestro escaparate, y si eres capaz de conseguir un buen número de seguidores, esto se acaba traduciendo en más trabajo y oportunidades”.

Sehelen Art es una recién llegada a este universo digital: “He creado mi Instagram de artesanía y tengo mucha ilusión por qué salga a delante y obviamente que a la gente le guste lo que hago y les transmita emociones humanas”.

Colgantes creación de Sehele Art.
Pendientes creación de Sehele Art.

Para Aran Einior, además, “las redes sociales ahora mismo son el pilar económico de los artistas”.
Sin embargo, no todo es positivo, y el camino digital no es nada sencillo. Por ejemplo, tal y como comenta Celeste, “hay demasiada oferta en el mercado de las redes sociales y es muy complicado hacerse un hueco si no tienes un mensaje definido”.

Camiseta Rabbits, foto cedida por Simons Madness.

Simon’s Madness profundiza más en esta cuestión: “llegar a todos los públicos de una forma más accesible nos ayudó a poder enseñar nuestro trabajo. Esto supuso también, a su vez, más competencia, más robo de identidad y un mayor beneficio para las plataformas que nos permitían enseñar nuestro trabajo” explica.

Por ello, esta artista considera también que, “a pesar de que las RRSS abren muchas puertas, también son capaces de cerrarlas y en ocasiones esto crea un conflicto para los creadores”.

VISIBILIDAD EN LA PANDEMIA
Simon’s Madness afirma que “la pandemia ha sido la ruina para muchos sectores y en concreto el mundo artístico, aunque no el único”, y lo explica: “nosotros ya teníamos precariedad laboral que se ha visto dañada aún más por esta situación”.

Y relata su situación: “perdí mi trabajo y, a pesar de mis esfuerzos, no he podido encontrar un nuevo lugar donde poder dar lo mejor de mí. A través de los diferentes proyectos que tengo he podido seguir aprendiendo y creando, pero cada día es más difícil seguir trabajando. Aún así no pienso rendirme: el mundo necesita creación en innovación”.

Aran Einior, a su vez, relata su situación: “por razones de salud, aunque haya pintado y escrito, me he visto incapaz de volcarme como querría en mis proyectos”. Y continúa: “no soy capaz de ofrecer un producto viendo cómo están las cosas, aunque alguna vez haya publicado bolsas que se quedaron en casa porque las ventas se paralizaron a causa de la situación”.

Sehelen Art coincide en el impacto sobre la salud: “esta pandemia nos ha afectado más psicológicamente y todos estamos deseando que termine para poder recuperar nuestras vidas”, dice la artista.

Y cuenta además otra de las situaciones que se ha encontrado: “en el tema de conseguir material, con la cuarentena se ha dificultado. Aunque cómo trabajo con materiales reciclados, también por motivo de colaborar con el medioambiente, he notado algo pero tampoco ha sido excesivo”.

Así que, ya saben: si quieren ayudar a estos u otros artistas y tener una estética y estilo original y diferente, pueden hacerlo. Internet y el esfuerzo de todos estos creadores ponen a su disposición todo un abanico de posibilidades para vestirse con (y de) arte.

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