Una vez seleccionados los finalistas, los promotores recibieron un ciclo formativo orientado a la elaboración del plan de negocio, en los que se trataban asuntos como las fórmulas para poner en marcha ese plan, técnicas de venta y negociación, técnicas de marketing y cómo presentar la iniciativa en público. El objetivo era justamente el que se ha logrado, esto es, que quienes no ganaran el premio también tuvieran formación para emprender el negocio.
La idea ganadora fue la de Antonio Daniel Doncel, que recibió un premio en metálico de 3.000 euros. Se trataba de un aula y centro medioambiental de aves rapaces. En el aula ambiental se llevarán a cabo cursos de cetrería, hospital (centro de recuperación de aves), exposición y zona de ocio. Junto al premio, la firma ganadora está recibiendo orientación para la puesta en marcha del proyecto, además de para su difusión entre el tejido empresarial.
La empresa de Pilar Jiménez, que tenía como fin la creación y puesta en venta de recuerdos artesanales y originales de Chiclana, también está llevando a cabo actuaciones. De hecho, firmará en unos días un convenio con el Ayuntamiento para poner a la venta parte de este material en dependencias municipales.
Manuela Estudillo, que presentó una propuesta para la apertura de una tienda de congelados, la puso en marcha la semana pasada en la zona de Panzacola.
Carlos Acosta, promotor de una firma de energías verdes, también ha puesto en funcionamiento su idea, al igual que Felipe Enguang, que concibió una tienda online.
Las dos ideas de las ocho finalistas que aún no se han puesto en marcha son las de una mensajería-cafetería urbana ultra rápida, y otra de venta de ánforas romanas. Según han manifestado sus promotores a Fomento, siguen teniendo como objetivo que sus ideas sean una realidad.
Para la delegada del área municipal, María de los Ángeles Polanco, se ha cumplido el objetivo que perseguía este concurso. “Pretendíamos que aquellas personas que tuvieran una idea se viesen respaldadas por el Ayuntamiento, que encontraran apoyo logístico y, el ganador, además, económico. Entendemos que es muy complicado poner en marcha una empresa, más en los tiempos que corren, de ahí la necesidad de conceder el máximo apoyo a sus promotores por parte de la Administración”.
Para Polanco “es un gran motivo de satisfacción que el premio haya servido para este incentivo. El caso más claro puede ser el de congelados, algo tan simple ha terminado creando empleo y poniendo en valor el convenio firmado para la concesión de microcréditos. Está claro que no solo el premio en metálico ha servido, sino también la tutorización y todo el proceso de aprendizaje para los alumnos”.
Polanco también adelantó que en 2011 se llevará a cabo una segunda edición para la que ya se ha pedido la colaboración de otras administraciones para realizar el mismo proceso que en 2010, a la espera de unos resultados igual de positivos.