Los días despejados es una delicia contemplar desde la privilegiada atalaya de Vejer de la Frontera el espectáculo de las dos orillas del Estrecho dándose la mano desde Atlanterra hasta la costa de Tánger. Dos continentes separados por apenas catorce kilómetros.
Desde esta orilla hemos recibido a lo largo de los siglos el legado gastronómico del reino alauí.
En Vejer, el conocido restaurante El Jardín del Califa hace gala de esa herencia con una carta muy fiel a la tradición culinaria marroquí. Gracias a un personal en cocina nativo, el establecimiento ofrece una versión muy real de platos como el tajín, el cuscús, el briouats y otras recetas mediterráneas del norte de África.
En esta ocasión me referiré a la pastela de pollo. Sin duda, la mejor que he probado. El hojaldre hecho con masa filo contiene un relleno de carne de pollo, cebolla y almendras bien prensado para evitar que el líquido sobrante acabe calando en la masa y deshaciendo el pastel. La mezcla del dulce del azúcar glass, la canela, el salado del guiso de ave, la textura del fruto seco... Un gran plato imprescindible en caso de visitar el restaurante.
RESTAURANTE EL JARDÍN DEL CALIFA. Plaza de España, 12. 11150 Vejer de la Frontera, Cádiz.