Con 19 años cumplidos en enero, Juan del Canto compatibiliza sus estudios de Bachillerato en un instituto de Zamora por las mañanas con la campaña electoral en su pueblo, Villalazán, por las tardes, ya que es el candidato a alcalde más joven de Castilla y León y uno de los más precoces de España.
Hace menos de un mes supo lo que era votar por primera vez en unas elecciones y el 26 de mayo tendrá la oportunidad de votarse a si mismo en una candidatura con posibilidades de ganar debido al equilibrio de fuerzas existente en Villalazán, el municipio zamorano en el que vive, que es ejemplo de la España Vaciada.
Aunque nunca ha estado afiliado a ningún partido, ni siquiera ahora que se presenta por el PP, este joven zamorano ha confesado a EFE que siempre tuvo el gusanillo de la política, que antes había canalizado como delegado de alumnos en su clase del instituto Río Duero de Zamora.
Juan del Canto ha explicado que aunque profesores y alumnos «saben de sobra» su vocación política porque «siempre he estado dando guerra como delegado», se han sorprendido de que vaya de cabeza de lista en las municipales porque «parece que los jóvenes siempre van en los puestos de atrás».
Cuando comentó a sus padres, con los que vive y a los que ayuda en la explotación ganadera familiar, que iba a optar a la Alcaldía, la primera reacción fue de «no te metas en líos, quién nos manda a nosotros, que nosotros no vivimos de esto», pero cuando vieron que seguía adelante con su aspiración le apoyaron totalmente.
Del Canto es candidato a la Alcaldía de Villalazán por el PP, formación que en las últimas elecciones se quedó a doce votos de lograr la Alcaldía de este municipio de la comarca de Tierra del Vino de 278 habitantes situado a 15 kilómetros de la capital zamorana.
Desde que este joven nació, en el año 2000, la localidad ha perdido un 30 por ciento de su población, por lo que Juan del Canto ha criticado que la Corporación municipal actual espere que otros le solucionen el problema de la despoblación.
Al respecto, ha abogado por no quedarse parado porque «aunque nos vendan que los pueblos tienen fecha de caducidad, yo creo que no la tienen, pero si la tuvieran, cuanto más se mueva el Ayuntamiento, más larga será la fecha».
En su lista no es el más joven ya que hay otro integrante de su quinta que aún tiene 18 años y la mitad de todos los que conforman la candidatura son «sangre nueva», al ser menores de treinta años.
«No podemos permitir que nos hipotequen un futuro que nos pertenece», ha declarado este joven aspirante a la Alcaldía, que ha confesado estar «enamorado» de su pueblo, aunque luego le hayan dolido cosas como el cierre de las escuelas o de la tienda de comestibles.
Su falta de experiencia la espera compensar con la ilusión y ganas de hacer cosas por el pueblo que derrocha su candidatura y con el apoyo que le ha ofrecido gente con experiencia de gestión.
Por ello, ha pedido una oportunidad para hacer frente a la «política de inmovilidad que es casi de conservación y poco más, y que no va a ningún sitio», que en su opinión ha ejercido la actual alcaldesa, María Isabel Perero (Ahora Decice), que lleva 32 años en el cargo y vuelve a presentarse, aunque esta vez como número dos.
