El portavoz del Partido Popular, Andrés Núñez, hace balance de la edición de la Feria de San Antonio 2019. Así, cataloga la edición de este año “como una feria triste, con pocas casetas”.
Para el Partido Popular son necesarios algunos cambios, “porque el haber tenido una feria con falta de casetas es algo que impide que Chiclana luzca como se merece y vuelva a ser una referencia en la Bahía de Cádiz”.
Esta circunstancia, según el líder de los populares chiclaneros, “es la consecuencia de tener un alcalde y un equipo que no tienen ni idea de lo que se traen entre manos y que son incapaces de cambiar las cosas que funcionan mal. Anuncian muchas cosas nuevas para la próxima edición, pero cuando llega, no se ha hecho nada”.
Así, manifiesta que “frente a un modelo de feria familiar, se está fomentando la feria como un botellón gigante. Tenemos casetas familiares que han desaparecido y otras que han reducido su tamaño, frente a las gigantescas casetas de marcha”.
Igualmente, destaca la propia confección y distribución de las casetas. “La distribución de las casetas da una sensación de desorden, circunstancia que puede cambiarse reflexionando, trabajando y actuando”.
Propuestas de mejora
El portavoz del Partido Popular subraya que “en Chiclana tenemos, con José María Román y el PSOE, una feria cara en un pueblo pobre, como conclusión del fracaso al que han conducido una feria que era toda una referencia en la Bahía de Cádiz”.
En este contexto, el Partido Popular considera fundamental acometer una serie de cambios. Entre las propuestas de mejora están, entre otras, la reorganización de la feria. En concreto, “entendemos que hace falta una nueva distribución, con la colocación de las casetas al principio y las atracciones detrás”.
Asimismo, se ve como un paso importante “recuperar una distribución clásica, en la que las casetas familiares están en una zona y las discotecas en otra, promoviendo sinergias entre ellas”.
Para la formación popular es también “una prioridad bajar el coste del montaje de las casetas, pues si se le suma el coste de la decoración, las actuaciones, etcétera, esto hace que se reduzcan las posibilidades”.
Por otro lado, se apuesta “por eliminar la excesiva burocracia existente, la cual acaba agotando a los caseteros”, reseña el edil popular, que también entiende “necesario e importante revisar los costes de las atracciones, pues la ordenanza actual data de hace una década”.
