Las autoridades de varias ciudades chinas han tomado cartas en el asunto para erradicar la moda conocida como Beijing Bikini, o sea, que los hombres se remanguen la camiseta y enseñen la barriga en público.
Más que una moda era una solución al asfixiante calor, pero cada vez estaba más extendida y muchos pensaban que daba «mala imagen», así que ya sólo se podrá hacer en lugares privados. Igualmente ocurre con la costumbre de subirse los pantalones hasta las rodillas, cosa que no entendemos porque los pantalones cortos existen, pero bueno.
Muchas calles chinas suelen ser un hervidero de puestos de artesanía y comida, así que tampoco pegaba mucho ver decenas de barrigas a su alrededor como cada vez pasaba más a menudo. Además, esta práctica se había extendido al interior de locales de hostelería, oficinas y lugares en los que resultaba desagradable para otras personas.
Las multas por practicar el Beijing Bikini en público pueden alcanzar los 30 euros en la cifra creciente de ciudades que luchan contra esta práctica.
