Año 2017, una serie de seres humanos sigue pensando que la Tierra es plana. Para demostrar esta opinión, un hombre pretende lanzarse a sí mismo en un cohete casero.
De momento, Mike Hughes ha aplazado sus planes, pero no los abandona. Este californiano de 61 años planeaba dispararse a 600 metros de altura en un cohete fabricado con piezas de chatarra. Según él, sería la primera fase para demostrar que la Tierra, nuestro planeta, no es redondo, sino plano.
Volando a casi 1000 km/h en el artefacto, de entrada está seguro de sobrevivir y poder contarlo, algo que ya nos parece osado. Y no queda ahí la cosa porque eso no sería más que un ensayo antes del lanzamiento real a kilómetros de altura con el objetivo de fotografiar el planeta desde el espacio.
A este señor no le sirven las imágenes que proporcionan los satélites y tampoco los viajes espaciales de astronautas preparados durante años, no, él quiere verlo por sí mismo y abrir los ojos al resto del mundo.
El aplazamiento no es porque se haya echado atrás, sino porque las autoridades, tal y como se esperaba, no le han dado permiso para utilizar un lanzacohetes gigantesco en plena calle.
«No creo en la ciencia, es igual que la ciencia ficción», opina este señor cuyo proyecto le ha costado de momento 20.000 dólares para modificar una autocaravana y convertirla en una plataforma de lanzamiento a base de vapor.
