La joven galesa Charlotte Bryant dio a luz sin saber que estaba embarazada, ya que los médicos le habían diagnosticado un simple estreñimiento como causa de su hinchazón de estómago y dolores de espalda. Pero no, resulta que estaba de nueve meses y se puso de parto en el baño mientras intentaba aliviar el intestino.
Decidida a hacer de vientre adquirió una caja de laxantes y todo parecía ir bien cuando sintió ganas de ir al baño, pero no, porque una vez sentada en el inodoro lo que hizo fue dar a luz.
«Me diagnosticaron inflamación en los músculos y me recetaron analgésicos y diazepam», explica la joven madre. Como así no se pudo solucionar el problema, otro doctor «examinó mi barriga y me dijo que se trataba de estreñimiento», continúa su relato.
Y aquí llega el momento culmen de la historia, asegurando que al rato de tomarse los laxantes se sentó en el inodoro y sintió «algo raro entre las piernas, era como una caca, pero parecía venir por el lugar equivocado«.
«Sentí la necesidad de empujar y al mirar hacia abajo había una pequeña cara mirándome, fue algo totalmente surrealista»… ¡ni que lo digas, Charlotte!
«Grité a mi hermano y le dije que había tenido un bebé,» recuerda Charlotte, que recibió como respuesta un «deja de decir estupideces», «hasta que fue hasta donde yo estaba y me vio con el bebé en brazos», concluye. Tras llamar a una ambulancia, se procedió a cortar el cordón umbilical y trasladarla a un hospital junto al bebé, que se encuentra perfectamente y fue bautizado como Joshua. Aún sorprendida, envió mensajes a su pareja para comunicarle la noticia. Como es normal, él se lo tomó a broma hasta que regresó a casa y se encontró con el «regalito».
Charlotte asegura que jamás imaginó estar embarazada porque sus períodos eran como un reloj y no sintió ningún movimiento en el estómago: «no tenía ni idea, es cierto que había engordado un poco, pero pensé que me habría pasado comiendo dulces«. «Cuando me empezó a doler la espalda nunca habría creído que era el comienzo de los dolores que causa un parto», recuerda sonriendo tras convertirse en protagonista de un alumbramiento inesperado.