Conil

Porque…granito a granito se hace una montaña

No es de ahora, es de hace tiempo, muchos meses, incluso años desde que este vecino quería hacer más….por los demás, por su barrio, por su Conil.

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En plena faena.

Diego Tirado ((y “sus personas”).

Sí, él comenzó y un grupo de vecinos le siguieron. Él quiso poner el barrio de los Pescadores como sienten todos los conileños, y lo consiguió. Él no quiere que le den los elogios a él. Su bondad, su buen hacer se lo impide, como le enseñaron en su casa….él siempre habla, y repite que no es solamente él, lo sabemos…pero hay que reconocer que fue él de las primeras personas que pusieron la primera piedra en esta gran labor.

No ha sido ni es un camino fácil, nadie más que él lo sabe… las horas de quitarle sus bellos sueños, las horas de estar en casa… pero sabemos que a él no le importa, él comparte siempre con los demás. Hay aplausos, hay cientos de ‘me gusta’ en las redes sociales, multitud de comentarios aplaudiendo su empeño….pero también ha habido, y por mucho que no se entienda hay….más de uno (muy poquitos, menos mal) que sueltan su estupor y gargajos -cuando no tienen ningún argumento y sin sentido común- sobre su nombre, sobre su labor. ¿Envidia? ¿Rencor? Yo diría que, y esto es a título personal, que ‘mala sangre’…porque no hay palabras para agradecer el enorme esfuerzo, tesón, ejemplo y el gran empuje que hace (con su gente, “sus personas" … poquitos pero muchos) por ayudar a los demás.

Y es así, ni más ni menos. Sí, es así porque a todos esos vecinos que lo están pasando mal o 'las están viendo venir' que, aunque no lo digan por pudor, por vergüenza, por respeto, porque la vida se confundió y les dio una patada en su economía de sus lares… tienen la bendita suerte de tener a un vecino conileño que se desvive por sus gentes, por sus vecinos, por aquellas personas que de un día para otro… se sienten en el vacío, no de sus almas ni de sus bondades sino en el vacío de su nevera y de sus pequeñas o grandes alcancías.

Él (y su grupo que le acompaña), ha conseguido y hay que decirlo sin espavientos o con ellos, sin aplausos o con miles…dar voz y poner de nuevo nombre a la bella y completa palabra llamada: Solidaridad, y otra más: Vecindad.  Ayudar al que lo necesita, arropar al que más lo necesita y mostrar que no están solos con su temor al preguntarse esa persona “¿qué voy hacer mañana para poder ir sobreviviendo con mis niños, con mi casa, con mi día a día…, o pasado mañana?”.

Y ahora, en estos tiempos del coronavirus, que llegó dándonos una guantada de miedo y estupor, y a muchos que ven que la ruina se va acercando…en vez de guardarse en su casa, este conileño (y “sus personas”) coge su mascarilla y sus guantes…y este vecino de Conil emprende su labor, a falta de muchas horas de dulces sueños, en ‘pie de guerra’ con el bicho…le da igual porque su corazón se agranda por cada litro de leche, por cada caja de naranjas, por cada paquete de comida, por cada envío de dinero que recibe para hacer la lista de la compra para aquellos vecinos que lo necesitan, por cada empresa local que se suma a su causa …Y  despierta entonces con una pequeña sonrisa en sus labios….Él sabe bien, y así se lo enseñaron en su casa, que todos eso avíos son para los demás…. Siempre, siempre, recuérdenlo siempre es para la persona que más lo necesita.

Él, y “sus personas” que se sumaron desde un principio a esta labor desinteresada, hay que darles  las gracias. Mil gracias, miles de gracias, porque decenas y decenas de vecinos de Conil  duermen un poquito más tranquilos… Muchos corazones descansan por las noches sabiendo que en sus despensas hay algo para mañana y para pasado mañana, y no solamente es comida o unos euros, es muchísimo más. Es amor por ayudar a los demás, es solidaridad, es esperanza.

Desde estas líneas, y ahora que todos tenemos el deber y la obligación de quedarnos en casa, de estar más unidos que nunca y ayudarnos entre todos decirte (deciros a todos los que os sumáis a esta causa)… una y mil veces: gracias. Gracias Diego Tirado Sánchez, el nombre que es sinónimo de solidaridad y buen hacer.

¡Y cómo no! dar también las gracias a todas aquellas personas anónimas, empresas locales, vecinos, colectivos, asociaciones, pequeños comercios, tiendas de barrio, cuerpos de seguridad, instituciones, partidos políticos, voluntarios y un largo etcétera que de una forma desinteresada aportan su granito de arena en ayudar en lo que se puede porque… granito a granito se hace una montaña.

Diego Tirado: “Para mí todo esto que hago no tiene más vuelta de hoja, es solamente un agradecimiento a lo que yo he recibido en mi casa, nada más”.

No hay más que añadir, bueno sí que #Conilsequedaencasa

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