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Copiar de otro en un examen en la universidad no será falta leve

La nueva ley de convivencia universitaria ha dado un paso más. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el anteproyecto de ley para su posterior tramitación parlamentaria. Deroga el reglamento franquista de 1954 sobre disciplina académica, con lo que esta nueva norma se adecua al «marco constitucional», ha explicado en rueda de prensa la portavoz […]

La nueva ley de convivencia universitaria ha dado un paso más. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el anteproyecto de ley para su posterior tramitación parlamentaria. Deroga el reglamento franquista de 1954 sobre disciplina académica, con lo que esta nueva norma se adecua al «marco constitucional», ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Pero algo llama la atención: Copiar de otro alumno no será falta leve.

La anterior redacción incluía entre las faltas leves copiar en los exámenes a través de medios que no fueran graves o muy graves, mientras que la vista hoy en Consejo de Ministros solo menciona el acceso indebido a instalaciones universitarias, el uso de servicios incumpliendo los requisitos de general conocimiento y deteriorar de forma no grave el patrimonio.

La nueva ley considera faltas graves apoderarse indebidamente del contenido de exámenes; deteriorar gravemente el patrimonio de la universidad; impedir la celebración de actividades universitarias de docencia; cometer fraude académico entendido éste como cualquier comportamiento tendente a falsear los resultados de un examen o trabajo y acceder sin autorización a los sistemas informáticos de la universidad.

En el caso de una falta grave, la universidad podrá proceder a la expulsión de hasta un mes del alumno y la pérdida de derechos de matrícula parcial, durante un curso o semestre académico.

En definitiva, las universidades podrán sancionar el plagio y el fraude académico a través de comportamientos premeditados, como hacerse una chuleta o usar un pinganillo, pero las actuaciones espontáneas que contemplaba el borrador inicial han sido eliminadas.

Pero, ¿qué ocurre si se «echa un ojo al examen del vecino»? El texto que prepara el Gobierno contemplaba inicialmente que esta práctica tuviera una sanción, con la consiguiente apertura de expediente disciplinario y una amonestación privada al estudiante. Pero finalmente esa opción a desaparecido.
Todo esto, cómo no, ha provocado una revolición en las redes sociales.

 

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