La Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) ha responsabilizado este miercoles al Centro Penitenciario de Alcolea, en la capital cordobesa, de la muerte de un interno a manos de otro el pasado 11 de junio, pues, en su opinión, fue la prisión la que "no evitó la muerte violenta de un preso".
En un comunicado, APDH-A ha afirmado que "la prisión de Córdoba incumple su obligación de velar por la salud de los presos", pues "el 11 de junio falleció un preso en la prisión de Córdoba como consecuencia, al parecer, de la agresión de otro preso. La investigación policial y judicial ha avanzado rápidamente, pero exclusivamente contra el preso, olvidando el papel fundamental de prisión en estos hechos".
Ambos presos, según ha señalado APDH-A, "se encontraban en el régimen de vida más duro de prisión, en departamento especial (artículo 91.2 del Reglamento Penitenciario), que se concibe para aquellos internos clasificados en primer grado y protagonistas o inductores de alteraciones de régimen muy graves que hayan puesto en peligro la vida o integridad de los funcionarios, autoridades, otros internos o personas ajenas a la institución, tanto dentro como fuera de los establecimientos, y en los que se evidencie una peligrosidad extrema".
A este respecto, desde APDH-A se ha asegurado que "la investigación policial desarrollada hasta el momento ha sido limitada y escasa" y en la misma "se ha dado por válida, sin realizar mayores comprobaciones, declaraciones de funcionarios que pudieran verse afectados por este proceso o por un proceso disciplinario administrativo. Tampoco se han investigado las irregularidades en las que podría haber incurrido la Administración" penitenciaria.
Tales irregularidades se refieren, según ha señalado APDH-A, a que "se dejó juntos y solos, sin supervisión funcionarial alguna, a dos presos catalogados entre los más peligrosos de la prisión de Córdoba" y, "en caso de duda sobre la conveniencia de que ambos presos estuvieran juntos, se debieron hacer otras combinaciones o alternar las salidas al patio", anque "la Ley no impone que salgan a la vez".
Además, según la asociación, "el funcionario responsable de la supervisión por cámara no actúo inmediatamente, lo que facilitó el lamentable desenlace" y, "a pesar de considerar extraño el comportamiento de ver entrar a dos presos a un servicio individual, no alertó al resto de funcionarios ni volvió a comprobar la situación hasta pasados entre cinco y diez minutos".
A juicio de APDH-A, "este servidor público manifestó no tener conocimiento de si el sistema de vigilancia también grababa" y, "a pesar de ello, los funcionarios consideran que hicieron una rápida intervención".
Por todo ello, APDH-A presentará, junto a la familia del preso fallecido, una queja al Defensor del Pueblo, "para que revise las circunstancias en que sucedieron los hechos y la actuación de la Administración con posterioridad al fallecimiento, para depuración de responsabilidades".
