EP | A modo de experimento, Jake Fischer, un hombre barbudo de 27 años, de Minnesota, decidió salir a la intemperie y grabarse con su móvil para ver cuánto tiempo tardaría su barba y su rostro en congelarse.
Para que el pelo o la barba se congelen, tienen que darse una serie de condiciones necesarias. Entre ellas: temperaturas bajo cero, viento y humedad o vaho.
En el transcurso de dos horas y con una temperatura de -26 grados centígrados, este hombre notó cómo su espesa barba y su larga cabellera no tardaron mucho tiempo en comenzar a mostrar signos de congelamiento.
A los 15 minutos, su barba ya aparecía cubierta de escarcha blanca. A los 30, además de la barba, las cejas y las pestañas también comenzaron a cubrirse de hielo; aunque lo más llamativo es que Jake comenzaba a hablar más lento. La lentitud del habla se hizo más notoria transcurrida una hora; y a las dos, Jake apenas podía articular palabra o mover un músculo de su rostro completamente congelado.
«Sorprendentemente, mi cara no estaba tan fría. Lo único que se me adormeció fue el pulgar de mi mano derecha por alguna razón», dijo. El frío, sin embargo, sí afectó a su visión debido a la gran cantidad de hielo acumulado en sus pestañas, tal y como explica en la descripción del vídeo.
