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Demuestran que el hombre ya comía carne de animales hace 1,2 millones de años

EP | Las investigaciones lideradas por la Universidad de Granada (UGR) en el yacimiento prehistórico de Fuente Nueva 3, en Orce, en el norte de la provincia granadina, han demostrado que los primeros pobladores de Europa ya explotaban recursos cárnicos para su alimentación, incluyendo, hace aproximadamente 1,2 millones de años, desde carne de hipopótamos hasta […]

EP | Las investigaciones lideradas por la Universidad de Granada (UGR) en el yacimiento prehistórico de Fuente Nueva 3, en Orce, en el norte de la provincia granadina, han demostrado que los primeros pobladores de Europa ya explotaban recursos cárnicos para su alimentación, incluyendo, hace aproximadamente 1,2 millones de años, desde carne de hipopótamos hasta tortugas.

Esta investigación se enmarca en el Proyecto Orce, dirigido por el profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada Juan Manuel Jiménez Arenas, y ha sido encabezada por el investigador de la Complutense de Madrid José Yravedra.

Para alcanzar estas conclusiones, los investigadores han estudiado las marcas de corte encontradas en la superficie de los huesos y restos hallados en el yacimiento de Fuente Nueva 3, según ha informado la UGR este jueves en una nota de prensa.

Uno de los elementos más originales que aporta este trabajo es la demostración de que los pobladores eran capaces de llegar pronto a los cadáveres de los animales y consumir sus partes más nutritivas antes de que lo hiciera la competencia, en este caso los carnívoros. Esto quiere decir que «o bien llegaban a los recursos antes que otros animales o directamente competían contra ellos o los ahuyentaban para hacerse con el alimento», lo que supondría enfrentarse a tigres dientes de sable, hienas gigantes y perros salvajes parecidos a los licaones actuales.

El trabajo tafonómico ha resultado elemental en la investigación. Se trata de un análisis que permite interpretar cómo se forman los conjuntos fósiles y comprender qué agentes intervinieron en la acumulación.

El investigador José Yravedra ha explicado que, si hay estrías de descarnación infligidas con filos cortantes de piedra sobre un tipo de carne, «sabemos que los humanos fueron activos sobre ese animal». «La metodología es muy compleja pero se basa en la observación de todas y cada una de las alteraciones que presentan los huesos y en la comparación con especies actuales que, por razones obvias, conocemos mejor, y también con otros yacimientos», ha detallado.

Una de las grandes cuestiones que plantean los investigadores tiene que ver con la metodología a través de la cual estos pobladores conseguían la carne. Jiménez Arenas ha planteado que «si carroñaban, como parece ser la tónica general, ¿los recursos animales se cazaban o se recolectaban? Nosotros creemos que el carroñeo es una forma de recolección».

Solo la continuidad en la investigación permitirá seguir despejando incógnitas porque las estrategias de obtención de los recursos están relacionadas con las capacidades cognitivas de los antepasados. «No es lo mismo cazar que ser un carroñero pasivo que se conforma con los despojos dejados por otros consumidores», ha puntualizado Yravedra.

A futuro, el Proyecto Orce también tiene la intención de implementar un programa de investigación basado en la inteligencia artificial que permita conocer con mayor detalle las especies que mordieron los huesos presentes en Fuente Nueva 3, además de ver la relación que hay entre la industria lítica tallada y las marcas de corte.

Este artículo ha sido posible gracias a la financiación de la Junta de Andalucía y de la Fundación Palarq y a la colaboración de investigadores de otras instituciones como las universidades de Sevilla, de Salamanca y de Helsinki (Finlandia), el Iphes-Tarragona, el Museo Primeros Pobladores de Europa Josep Gibert, en Orce, o el Arqueológico Provincial de Granada.

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