El entrenador Valero Rivera ha anunciado este lunes su dimisión como seleccionador español de balonmano después de cuatro años en el cargo, y ha confirmado que pasará a dirigir "otra federación nacional que se ha volcado" para lograr su fichaje, en presumible referencia a la de Catar, y ha mostrado su desagrado porque sólo uno de los candidatos a presidir la Real Federación Española de Balonmano, José Javier Hombrados, ha hablado con él sobre su futuro.
"He decidido poner fin a mi etapa como seleccionador nacional, tras cuatro años que se han visto culminados con el Campeonato de Mundo 2013. Me voy agradecido y orgulloso de haber entrenado al equipo nacional, con el sentimiento de que lo vivido el 27 de enero en el Sant Jordi, que puede resumir todo el Mundial, es lo más importante y bonito que me ha pasado en mi carrera deportiva", declaró a través de una carta abierta dirigida a los medios de comunicación.
El técnico aragonés, del que se ha especulado las últimas semanas que podría dirigir a Catar y que contaría en su cuerpo técnico con Iñaki Urdangarín, no ha querido desvelar cuál será su destino, aunque sí ha confirmado que los dirigentes de dicha federación se volcaron en convencerle. "Este punto final al ciclo como seleccionador español se debe a que ha habido otra federación nacional que se ha volcado hasta convencerme", subrayó.
Además, se mostró molesto porque "de los dos candidatos actuales a la presidencia de la Real Federación Española de Balonmano", sólo Hombrados habló con él para tratar su renovación, mientras que Francisco Blázquez no se dirigió a él -el tercer candidato, Antón Piñeiro, anunció la semana pasada que se unía a la candidatura del jugador del BM Atlético-. "Únicamente José Javier Hombrados se preocupó de hablar y reunirse conmigo para conocer de primera mano mi opinión. Honestamente debo decir que esperaba algo más del otro candidato", señaló.
"Quienes sí me han dispensado esa atención siempre han sido Juan de Dios Román, Miguel Cardenal y Alejandro Blanco brindándome permanentemente sus sentidas y sinceras muestras de cariño, respeto, agradecimiento y ayuda. Me consta que sienten el que finalmente no siga con el equipo nacional, pero también sé que comprenden mi decisión", añadió.
Rivera incidió en su agradecimiento a Juan de Dios Román, que abandonará el cargo como presidente de la RFEBM este mes, por "su confianza" en él. "Siempre he contado con su respeto, apoyo y comprensión, incluso en momentos duros en lo personal, cuando se puso en juego mi honestidad desde algún círculo de nuestro deporte, Juan de Dios mantuvo una actitud de confianza y credibilidad. Gracias Juan", afirmó, antes de hacerlo extensivo a su "equipo de trabajo", que "ha desarrollado con profesionalidad, pulcritud e integridad un intenso trabajo en beneficio del grupo", y a los medios de comunicación.
"A los jugadores, mi admiración y felicitación. Todos los jugadores a los que he entrenado han dado lo máximo, y creo que todos son merecedores del título de campeones del mundo y del calificativo de 'Hispanos', especialmente para quienes vivimos la decepción y el dolor de la derrota en los Juegos Olímpicos", añadió.
Por último, el preparador español confesó que en estos cuatro años se había vuelto "a sentir entrenador, y manifestó su confianza en que continúen los éxitos en el combinado español. "Deseo que la selección viva cuatro años de éxitos, y que el nuevo presidente electo tenga la mejor de las suertes en la gestión de la R.F.E.BM. y mantenga unido un balonmano español que se está viendo azotado virulentamente por la crisis económica", finalizó.
Rivera accedió al cargo a finales de 2008 y, bajo su mandato, la selección española logró también la medalla de bronce en el Europeo de 2011. La agónica eliminación ante Francia en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres no impidió el avance de su proyecto, que culminó en Barcelona en la final del Mundial, en la que apalizó a Dinamarca por 35-19.