El Estudiantes ha puesto tierra de por medio hundiendo más en el pozo a un rival directo en la lucha por la permanencia, tras sumar un nuevo triunfo que le deja a tres de un CB Valladolid con pocas ideas y en el que sólo se salvaron Andusic y Haritopoulos.
El cuadro estudiantil salió con las ideas más claras y, merced al dominio en el juego interior de Ivanov y Slokar, complementado con el acierto desde la línea exterior, se hizo pronto con el control del juego, endosando un parcial de 6-13 que Ricard Casas intentó frenar con un tiempo muerto.
Pero no sirvió para corregir la falta de concentración de los locales, que derivó en pérdidas de balón, lanzamientos precipitados y una floja defensa, muy bien aprovechadas por el cuadro visitante de cara a seguir aumentando las diferencias, hasta el 11-25 con el que se llegó al final del primer cuarto.
El 3 de valoración de los locales por 37 de los madrileños dejó constancia de la superioridad de éstos, que se mantuvo en el segundo tiempo de la mano de un efectivo Kuric, ya que los vallisoletanos siguieron adoleciendo de falta de mordiente y de coordinación, para dejar el control del juego a un centrado Estudiantes.
Un control que se reflejó en el electrónico, sin que el conjunto local pudiera hacer nada para contrarrestarlo ni para recortar una renta que fue a más, gracias a la actuación en bloque de los de Txus Vidorreta, hasta alcanzar los 18 puntos antes del descanso (23-41).
Tras la reanudación, los vallisoletanos, lejos de armarse y de sacar el coraje, volvieron a demostrar su escasa capacidad de anotación y de defensa, lo que permitió al Estudiantes asentarse con comodidad para ampliar las diferencias a los 26 puntos (25-51) en sólo tres minutos, que se quedarían en 25 (40-65) al término del tercer cuarto.
Poco más que añadir a un partido que dominó el Estudiantes de principio a fin ante un CB Valladolid que no dio para más, entre otras cosas, porque su defensa fue prácticamente nula y en el plano ofensivo cada uno hizo la guerra por su cuenta, lo que dejó la victoria en bandeja a los madrileños (59-89).