Cinco brillantes minutos de Felipe Reyes, cuando el partido alcanzó su intensidad máxima a mitad del tercer cuarto, dieron la victoria al Real Madrid ante un Valencia Basket que se desconectó ante la eficacia del pívot madridista y ya no pudo engancharse al choque.
Reyes, que acabó con 23 puntos tras acertar dieciséis de sus dieciocho tiros, se bastó para desenchufar a un equipo que hasta ese momento se las había arreglado para plantar cara a su rival pero que volvió a confirmar su endeblez defensiva.
El voltaje del encuentro comenzó alto desde el principio, otra cosa fue el acierto, que tuvo altibajos durante todo el primer cuarto en ambos equipos. El saber hacer de Reyes y un par de acciones de pillería de Jaycee Carroll dieron un primer impulso a los visitantes, pero fueron meros fogonazos.
A los locales, dos triples de Harangody y un par de acciones de Pau Ribas les ayudaron a ganar confianza y a constatar que podían jugarle de 'tú a tú' al equipo de Pablo Laso sin excesivos problemas (20-20, m.10). Al menos, hasta ese momento.
La entrada de Sergio Llull, que anotó ocho puntos casi seguidos en el arranque del segundo cuarto, dio mordiente al ataque del conjunto madrileño y, además, continuidad en esa amenaza, pues supo mantener activos a Bourousis y a Nocioni, lo que complicó las ayudas defensivas.
Viendo que el encuentro se le escurría entre las manos, el Valencia se agarró al intrépido Nedovic y a un sólido Lucic para nivelar la balanza con brillantes acciones individuales. Con eso bastó para que los locales minimizaran los daños antes del descanso (43-45, m.20).
A diferencia del arranque del choque, el tercer cuarto comenzó con ambos equipos anotando con fluidez y defendiendo sin demasiada energía. En ese escenario, el duelo entre Ribas y Carroll mantuvo entretenido el partido, pero, aunque el Valencia llegó a ponerse unos segundos por delante, no lo cambió.
Sin previo aviso se desataron las hostilidades. Primero fue un pique entre Ayón y Dubljevic, saldado con una falta doble, y después una antideportiva sobre Felipe Reyes, que supo leer como nadie el momento del encuentro.
Tras anotar sus dos tiros libres, el cordobés sumó otras cinco canastas consecutivas. Una continuación tras un bloqueo, un palmeo, un rebote de ataque..., un repertorio tan variado como efectivo. Doce puntos en apenas cuatro minutos que dispararon a su equipo y dejaron grogui al Valencia (58-72, m.27).
Los locales ya no consiguieron construir ningún intento sólido de remontada. El primero, fruto de la hiperactividad de Loncar, se vino abajo tras un triple de Llull y otro de Nocioni, y dio paso a unos minutos en los que Sergio Rodríguez jugó con la impotente defensa local.
El segundo y último llegó tras un par de acciones de Ribas y Lucic, pero Pablo Laso ya había vuelto a hacer entrar en la pista a Reyes y seis puntos más del cordobés sofocaron el débil intento de rebelión local y redondearon su brillante actuación.