A la espera de que Unai Emery dilucide de una vez por todas la determinación que motivara su futuro y el del club, en el Sevilla continúan trabajando en el proyecto ilusionante de una temporada que será de Champions. Si bien José Antonio Reyes parece tener todo atado para renovar por un año con los nervionenses, con Krohn-Dehli ya ratificado como nuevo futbolista, ahora otro de los pilares de ese equipo que debe despertar el fervor de todo el sevillismo parece fortalecer su basamento ante los incesantes cantos de sirena de posibles cambios.
Hablamos de la portería sevillista. O lo que es lo mismo, de Beto y Sergio Rico, de Sergio Rico y Beto, a ordenar por preferencia y teniendo en cuenta que con Barbosa ni se cuenta. Mucho se ha comentado durante la temporada sobre la necesidad de firmar a un meta de garantías en este verano que venga a liderar la portería de Nervión por muchos años ante la edad avanzado del portero portugués más la multiplicación de sus lesiones y frente a la juventud insultante de un Sergio Rico que ofreció muchas dudas en sus primeros encuentros.
Pero el tiempo parece haber corrido a favor de corriente para éstos, principalmente para el canterano internacional, que ha terminado el ejercicio en un estado de forma sensacional. Aunque en el seno del club no las tienen todas consigo. Conscientes del año que se les presenta aún discuten si firmar a un portero de relumbrón que llevaría a Rico a un segundo lugar y a Beto quizás a otro destino.
