Vale que tu jefa no te caiga bien, vale que haya momentos en que la «odies»… pero nada es excusa para la costumbre de Lewis Williams, que eyaculó en el café de su superiora todos los días durante cuatro años.
Este estadounidense de 38 años confesó sus actos durante una acalorada discusión con su jefa, que no daba crédito a lo que estaba escuchando.
Una vez repuesta de la impresión, la jefa lo denunció y Williams fue detenido acusado de abuso sexual. Y lo tiene muy negro en el juicio porque en la discusión había una decena de testigos. «¡Le añado un extra de crema a sus cafés!», gritó enfadado para dar aún más asco a su jefa, pero la bromita le va a costar muy cara.
