Las manecillas del reloj que manejan la pluma del autor Tino Tovar contaron en su actuación de anoche que tienen los días, las horas y los minutos contados. Minutos que se pararon mientras que la obra de Tovar iba sonando en el coliseo gaditano. El tiempo fue el tema elegido para el tipo y las letras de la última agrupación de este autor.
Cuando más estaba haciendo disfrutar, mediante ese popurrí enorme, tanto de música como de interpretación. “Media vida tejiendo coplas, tal vez sea hora de descansar, la hora de escoger, la hora de beber el vino de la melancolía…” con estos versos hechos copla por su agrupación empezó la última cuarteta en la que también dijo que necesita pensar. No sabemos si es una despedida definitiva, no lo sabe ni el propio autor que finalizó el popurrí diciendo que “tal vez el tiempo lo impulse a volver”.
Tino Tovar cuenta con más de treinta años de experiencia en el Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz. Sus inicios fueron junto a Jesús Bienvenido al final de la década de los 90 con La Botica, que lograron alcanzar el tercer premio. El cielo de Cádiz y Los del año Catapum completaron esta primera etapa de éxitos de un jovencísimo Tino. Unas comparsas caracterizadas por un toque más alegre que al que acostumbraba la modalidad en aquella época.
En el año 2004 comenzó con un nuevo grupo con Las Estaciones, logrando el tercer premio para un año más tarde, con El Espíritu de Cai hacerse con el primer premio, logro que no conseguía desde el año 2000. Al año siguiente decidió descansar y volvió con altibajos, hasta que en 2011 volvió a ganar con Juana La Loca. Agrupación con un punto trasgresor con la que Tovar volvió a reinventarse.
Otra de las agrupaciones ganadoras fue en 2014, La Canción de Cádiz se hizo con el primer premio. Una comparsa caracterizada y recordada por la dulzura de los pasodobles en un año con la ausencia de muchos de los grandes autores de la modalidad.
Los gadiritas, Ciudadano Zero y El Creador completan esta última década de éxitos de este autor que el año pasado no logró calar del todo en su público con El Ángel de Cádiz, una comparsa que quiso representar al flamenco y que se quedó en semifinales.
Este año viene a despedirse por todo lo alto con una comparsa que huele a premio. Se va pero nos deja otra gran obra maestra llena de matices para que lo saboreemos hasta su regreso.