Gracias Francis

Publicado: 18/03/2013
Nadie ha tosido en el teatro. Sería que no había nada que se atragantara. O quizás que los atragantados no tenían posibilidad de digerir lo que se les estaba viniendo encima.
Nadie ha tosido en el teatro. Sería que no había nada que se atragantara. O quizás que los atragantados no tenían posibilidad de digerir lo que se les estaba viniendo encima.

El texto podrá tener muchos o pocos errores, según quiera verse; podrá haber gustado o no; haber emocionado para llorar o para reir; pero de lo que no ha estado exento -y de ese burro no hay quien me baje- es de valentía y frescura.

Vamos por partes.

Para mí destaca por encima de casi todo la sonrisa del orador y el arranque: “¡Effetá!...suena en mi mente, ¡Effetá! de mis palabras”. Mantener ese verso durante tanto tiempo ya me parecía misión imposible, pero vinieron más y más: las calles Alfonso XII y Santo Tomás, los zancos de la Esperanza de Triana, la Estrella, los ojos del Gran Poder en los de un indigente… y el Credo Macareno. Impresionante.

En los folios de Francis ha habido hueco para las nuevas tecnologías (#ÁnimoGuille) y para romper una lanza a favor de los jóvenes, de esa generación de “cachorros” que nos viene empujando desde la JMJ de Madrid. Y reir, que no vienen nunca mal: el pasaje del costalero Herodes derrocha ingenio. A un rancio en un bar cercano le he escuchado decir que era una falta de respeto. En fin, que de todo hay en la viña del Señor.

Especialmente significativo el pasaje a la Iglesia dormida, algo que quizás no le hiciera gracia a nuestro Arzobispo, pero que es una verdad como un templo. La propuesta de cambio de escenografía del pregón, con todo el tacto del mundo, junto con la referencia a Adolfo Arenas, las vísperas, los barrios, los comisionados… y tantas otras cosas que voy a ir recordando poco a poco conforme lo vuelva a escuchar. Porque no es pregón de leer y necesita la voz de Francis.

Y en un tiempo más que aceptable, donde las beneficiadas han sido las reservas en los restaurante que han cumplido en hora como una cruz de guía.

Creo que poco -o nada- se le ha quedado atrás. Incluso aquello que por su edad no ha conocido,como el árbol de San Jacinto. Para rematar el cuadro, ni asomo de pincelada política.

El Pregón, que se trata de un anuncio de lo que ha de venir, creo que ha cumplido más que sobradamente con el encargo. Lo que personalmente esperaba desde hace años y es que me metieran de lleno en la Semana Santa. Si a usted le ha pasado lo mismo, sepa que el objetivo se ha cumplido.

Ahora queda volver a escucharlo si le ha gustado, que no digo leerlo. Que este, insisto por segunda vez, no es un pregón de leer, sino de escuchar y sentir.

Por todo ello, gracias Francis.

Gracias Adolfo.


 

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