El Puerto

José María Manzanares 'regala' su mejor versión en El Puerto

Plaza Real de El Puerto, último festejo del abono 2024, con Morante, Manzanares y Aguado

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  • Plaza Real de El Puerto, último festejo del abono 2024. -

Plaza Real de El Puerto, último festejo del abono 2024, con tres cuartos largos de entrada se han lidiado tres toros del `El Freixo´ (primero, segundo y sexto), y tres de `Jandilla´ (tercero, cuarto y quinto), para Morante de la Puebla (Nazareno y oro): ovación y pitos; José M. Manzanares (Sangre de toro y oro): oreja y dos orejas; y Pablo Aguado (Grana y oro): oreja y oreja. Se desmonteraron en el primero de la tarde Joao Ferreira y Alberto Zayas. Durante la faena de muleta al segundo de la tarde la Banda de Música `Maestro Dueñas´ estrenó el pasodoble `Aromas de Manzanares´, compuesto por el maestro Paco Cepero en honor al diestro alicantino. Tarde de viento de levante que obligaron a los diestros a parar a los toros y lidiarlos entre los tendidos dos y cuatro. 

Con una gran entrada terminó la temporada taurina portuense, y a la postre la travesía de cuatro años (del 2021 al 2024) que la Empresa Circuitos Taurinos, ha estado al timón de la Plaza Real (nao capitana de las plazas de la provincia). Ahora hay que esperar a que el Excmo. Ayuntamiento no demore, como nos tiene acostumbrados, la publicación del nuevo pliego de condiciones y antes de que termine el año esta embarcación, tenga un nuevo capitán con tiempo de elegir la mejor tripulación para llevarla a buen puerto durante los próximos viajes. 

-Morante de la Puebla: el diestro cigarrero sigue sin tener suerte en una de sus plazas preferidas. Los `fantasmas´ del sorteo siempre les ganan a las `musas´ del arte cuando este torero se anuncia en El Puerto.

A su primer toro le recetó verónicas sueltas de buen trazo. Sufrió una colada cuando lo llevaba al caballo que le hizo desprenderse del capote. Una vez picado (en dos ocasiones) sí pudo lucirse en un vistoso quite por verónicas finalizadas con media en el centro del anillo. Comenzó la faena de muleta por bajo rematando con un molinete y pase del desdén. Prosiguió toreando por el pitón derecho acabando las series con pases de pechos y molinetes invertidos. En el toreo al natural también estuvo pinturero. Por desgracia no estuvo bien con la espada y tras un pinchazo cobró una estocada muy tendida que le privó de cortar trofeos, saludó toreramente desde el tercio. 

El cuarto de la tarde ya tenía marcado su comportamiento desde que lo bautizaron con el nombre de “Truhan”. El toro fue un pícaro y embustero ante el cual un señor como Morante no se sintió a gusto y abrevió pronto su relación con tan bribón animal. Ya lo dijo Rafael `El Gallo´, otro `genio´ del toreo: “las broncas se las lleva el viento, las cornadas se las queda uno”. 

-Manzanares: hoy en su segundo toro (quinto del encierro), ha vuelto por sus fueros en una faena cadenciosa y artística donde, olvidándose del cuerpo, ha toreado con el alma. El toro no fue franco en el capote lo que no permitió lucimiento. Tras su paso por el caballo cambió a bueno y rompió en la muleta, hoy más poderosa que en otras ocasiones, del torero alicantino. Tandas largas que levantaron al respetable de sus asientos convirtiendo a la plaza en un autentico hervidero. Cambios de manos, pases por la espalda, y remates de pecho que fueron grandiosos. Además, acompañó con una conseguida coreografía taurina los sones del pasodoble `Concha Flamenca´. Tras una fulminante estocada le cortó las dos orejas. 

Al segundo de la tarde lo lanceó por verónicas rematadas con media. Comenzó la faena de muleta por bajo consiguiendo que el toro se `metiera´ en la faena. Toreó por ambos pitones en tandas que llegaron a los tendidos. Tras una estocada le cortó una oreja. 

-Pablo Aguado: este torero aún está a `medio gas´, no se le puede negar la `sevillanía´ con la que interpreta su toreo, pero pienso que debe echar un poco mas de sal al guiso para que a los comensales le resulte más sabroso. 

En su primero con el percal se mostró más lidiador que artista, sacándoselo a los medios en lances sobre los pies. El toro no llegó a romper en la muleta llevando siempre la cara a media altura y midiendo al torero. No obstante, las pinceladas `guadalquiveñas´ (permitidme la invención de un nuevo adjetivo), llegaron al publico que pidió una oreja reglamentariamente concedida por la presidencia. 

En el sexto de la tarde se lució por verónicas a compás cerrado rematadas con media. Lo llevó al caballo por chicuelinas al paso. Después le realizó un quite por verónicas a pies juntos rematadas con torerísima media. Comenzó la faena de muleta por alto barriendo el lomo del cornúpeta, rematando con un `kirikikí´ y molinete invertido. Prosiguió su labor con la pañosa con series por ambos pitones. No se le puede negar su torería, pero como he descrito antes, tampoco su sosería. Si le hubiese apretado algo más al toro, la faena hubiese sido de mayor triunfo. Tras una estocada cortó una

oreja. 

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