¿Cuándo comienza la andadura del Bar Curva? ¿Cuántos años lleva la empresa? ¿Cuánto tiempo lleva usted a su cargo?
-Desde el 17 marzo del 1985 y sigue y sigue... hasta qué la muerte nos separe, son más de veintinueve años que dan para mucho, la inmensa mayoría sería bueno, el resto... muy bueno.
Teniendo en cuenta que estamos atravesando un periodo de crisis, ¿Cómo considera que se encuentra actualmente el sector en el que trabaja?
- Vamos a Europa sí o si, sólo quedarán los mejores, los que el público vote con su visita, yo que visito a mis hijos en USA entiendo que esto será así más o menos, grandes superficies con todo y centros de ciudades muy especializados en cada comercio, sea el que sea.
Ahora en estas fechas ¿qué balance hace del verano? -Con la que esta cayendo, la gente todavía sale a tomarse unas cervecitas, habrá que regular los precios para que los negocios sean rentables y eso hará criba, esto nunca será lo que fué, pero siempre agradecido y a mejorar día a día. Se va a quedar mucha gente en el camino, por este reajuste, toquemos madera.
Mucho vivido en el centro, ¿cómo ves El Puerto?
-El Puerto no es que se duerma, son otras localidades limítrofes las que se han espabilado ofertando sus bondades. Alguien dijo “todos nos creemos que el jardín del vecino está más verde”. Todo es susceptible de mejora, estoy seguro que entre todos lo conseguiremos.
El sándwich de pollo del Curva es especial, ¿dónde está la clave para mantenerse “con vida?
-Hacerlos en el momento uno a uno y la constancia, la paciencia de mi personal, mi familia y... nuestros clientes, ellos sí que son para comérselos.
¿Visita algún bar o restaurante de los que tiene alrededor?
Un plato que le guste de algún compañero. -¡Tu fíjate lo que tengo alrededor! Del menudo a los langostinos, de los guisos al gallo empanado, chuletitas, albóndigas, salteados, del pescaito frito a la cocina de diseño, se me hace la boca agua. Un abrazo y no se te olvide: “pon un sándwich de pollo en tu vida y serás más feliz”.