La tribuna de El Puerto

El empeño en estropear lo que funciona

El Ayuntamiento con la experiencia que debiera dar el tiempo, sigue sin saber gestionar el día a día ni los compromisos más elementales

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai

Con la resaca aún de la Cabalgata de Reyes y sin propuestas que plantear en el primer Pleno de 2017, la realidad y el día a día no hace sino confirmar que la legislatura que nos aguarda enfila un punto de no retorno en cada una de las cuestiones que nos afecta a los portuenses.

No hay asociación (San Antón), colectivo (Foro Social)... que no muestre de una forma u otra el descontento y la preocupación por la deriva que a nivel municipal se están gestionando las diferentes áreas que les competen.

La novedad ante un Gobierno inexperto fue la excusa exculpatoria para tapar los desaguisados en el comienzo del mandato del extinto tripartito. El tiempo no ha hecho sino confirmar que la osadía y la inexperiencia de entonces para nada era el argumento para tomar ciertas licencias y decisiones erróneas. Más bien lo contrario.

La falta de sintonía no era más que la constatación de unas maneras y unas formas que para nada tienen que ver con la opinión generalizada. A tenor de las vicisitudes encontradas, cada vez resulta más y más complicado justificar los errores y las decesiones tomadas. Es imposible contentar a todos. Cierto.

Pero increíble poder acumular tanto descontento y tantas críticas en el mismo sentido. Sin organización, sin criterio, sin orden ni planificación y sin un hilo conductor que descongestione una realidad desbordada y sin esperanza de que cambie algún día.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN