La Federación expresa que "estamos en la época estival, donde se duplica e incluso triplica la población en la ciudad, gracias al turismo que ésta recibe, pero en este año, nos encontramos con una lamentable situación de inseguridad, (y no es solo una sensación de la ciudadanía), ante la ausencia de efectivos de la policía local en las calles, plazas, playas y vías de la ciudad".
"Una ciudad demasiado acostumbrada a que las cosas no funcionen correctamente, pero el extremo al que se ha llegado este verano, colma la paciencia de la ciudadanía, que denuncia en sus barrios: carreras ilegales con vehículos a gran velocidad, estacionamientos indebidos, celebraciones de botellones, masificación de locales, sonidos descontrolados en el ocio nocturno, ocupación excesiva del espacio público y creación de numerosas terrazas, limitación de la accesibilidad y movilidad del ciudadano, etc. Acciones y hechos que afectan a la seguridad, salud y descanso de la ciudadanía portuense, y también de la que nos visita. Ya es hora que el máximo responsable del Ayuntamiento ponga fin a esta situación".
Asimismo, afirman que "todas las cuestiones relativas a la seguridad están siendo, en gran medida, solucionadas gracias a la intervención de la Policía Nacional, que es quien está acudiendo a las llamadas de la ciudadanía, quien mantiene el orden y proporciona seguridad a los vecinos".
Además, "al estar en verano, ser una ciudad de costa y turística, otra de las preocupaciones de la ciudadanía se centra en la seguridad de los 16 km de playas que tiene, y que a día de hoy se encuentran atendidos, por falta de previsión, con un contrato menor de servicio de socorrismo que no es acorde a las necesidades que presentan".
"Una ciudad que tradicionalmente ofrecía una amplia y variada oferta cultural durante los meses de junio a septiembre, que en este año se ha visto mermada, hasta el extremo de no poder disfrutar del festival de teatro de comedias al aire libre, en su 30ª edición".
Para la FLAVE, "la ciudadanía está cansada de escuchar que hay un problema tras otro y que el máximo mandatario, Beardo, y su equipo de gobierno, es incapaz de solucionarlos. Es el encargado de poner a funcionar ya los servicios de la ciudad, y actuar cuando la ciudadanía le demanda que defienda sus intereses, pues se siente desatendida y desprotegida".
Finalmente, concluye que "una ciudad que carece de presupuesto municipal anual, pese a las presentaciones y anuncios que se han realizado sobre el mismo; que mantiene uno prorrogado de hace ya 3 años, y que no se corresponde con las necesidades de 2021; que adolece de inversiones y que se parchea a base de modificaciones de crédito, y con el que se está ahogando a los colectivos. Una ciudad que está recibiendo las inversiones de otras administraciones como la Diputación provincial, la Mancomunidad de Municipios de la Bahía y los Fondos Europeos: para la movilidad, Edusi, e ITI, y gracias a las que se realizan los pocos proyectos que se acometen. La ciudad reclama todo el paquete de promesas que Germán Beardo presentó en su campaña electoral, y que ahora percibe como inexistente. Y cuando no se es capaz de cumplir con los objetivos, es muy loable dar un paso al lado y dejar que otros hagan o terminen lo que es necesario para que la ciudad no se hunda en el fango, y se revierta esta situación".