Expertas en el tratamiento del dolor infantil advierten de que, ante la próxima vacunación frente a la covid en los colegios, se tenga «mucho cuidado» con los menores que tienen miedo o son «especialmente sensibles a las agujas» porque el mal abordaje del dolor en la infancia «trae consigo personas con más riesgo de padecer dolor crónico».
Así lo ha asegurado a EFE María Jesús Vidorreta, enfermera pediátrica en el Hospital General de Valencia y presidenta de la Asociación Nacional de Dolor Infantil (Dolor.in), entidad multidisciplinar formado por mujeres profesionales en áreas como la medicina, enfermería, farmacia, psicología, fisioterapia y psicopedagogía.
RIESGOS Y CONSEJOS ANTE LA VACUNACIÓN INFANTIL
Respecto a la inminente vacunación en los colegios -en el caso de comunidades autónomas como la valenciana-, advierten de que hay que tener «mucho cuidado» con los niños especialmente sensibles a las agujas «para que no se les señale o estigmatice, por llorar o estar más nerviosos que los demás, por parte de sus compañeros, y se les cuide en sus necesidades para abordar la vacunación».
Buscar un lugar agradable y cómodo para realizar la vacunación, permitiendo la intimidad del niño, usar un lenguaje tranquilo, no hablar del dolor, agujas o pinchazos, son algunas recomendaciones lanzadas por esta experta.
«Hoy en día se deberían utilizar métodos para prevenir y aliviar el dolor y el estrés en todos los tratamientos con agujas en los niños. La evidencia confirma que podemos ejercer un control sobre el dolor infantil», asegura Vidorreta.
Desde la Asociación de dolor infantil Dolor.in reclaman que se tenga «la suficiente sensibilidad para abordar esta vacunación» frente a la covid e indican que se debe evitar que ese niño «tenga un trauma o sea señalado. Si tiene miedo, hay que intentar que desaparezca con medidas estratégicas».
Consideran que la vacunación frente a la covid supondrá un gran avance en la lucha contra la pandemia, pero también «será un gran reto hacerlo de forma segura, atendiendo en todo momento a la idiosincrasia de estas edades».
LAS REPERCUSIONES EN LA VIDA ADULTA
A su juicio, uno de los temas más importantes es abordar el dolor infantil, el miedo a las agujas en la infancia y todas las consecuencias negativas que lleva en la vida de estos niños si no se aborda correctamente.
Según indican en un comunicado, «varios ‘expertos’ están diciendo en los medios de comunicación que los niños deben vacunarse y que no debemos preocuparnos por el dolor que puedan tener».
Este mensaje, afirman, es «muy pernicioso para la salud global del niño ya que sabemos que el mal abordaje del dolor en la infancia trae consigo personas con más riesgo de padecer dolor crónico».
CONSECUENCIAS EN LA SALUD INFANTIL
Según Vidorreta, el dolor agudo infantil, que se asocia con procedimientos con agujas, puede producir cambios permanentes en el neurodesarrollo que se puede manifestar tardíamente, como hipersensibilidad al dolor y alteraciones en el desarrollo cognitivo y del aprendizaje.
Además, «puede derivar hacia un dolor crónico con importantes cargas, secuelas físicas y psicológicas, que pueden influir en los resultados de salud del niño de por vida».
Se estima que hasta el 25 % de los adultos tiene miedo a las agujas, y la mayoría de los temores se desarrolla en la infancia, indica Vidorreta.
Además, el dolor con agujas no tratado puede tener consecuencias a largo plazo, como la fobia a las agujas, la ansiedad preoperatoria, la hiperalgesia y la evitación de la atención médica, lo que resulta en un aumento de la morbilidad y la mortalidad.
Los procedimientos con agujas «son fuente de dolor y ansiedad de nuestros pacientes y familiares, como la vacunación. También son personas que dejan de vacunarse a sí mismas y a sus hijos», advierten.
En un proyecto sobre el tratamiento del dolor infantil causado por procedimientos con agujas han desarrollado una iniciativa de actuación basada en la evidencia y adaptada al entorno sanitario.
Según explican, el dolor agudo se puede abordar con medidas no farmacológicas de fácil implantación y, para ello, se puede utilizar la respiración, la distracción mediante música, juegos o perros, el contacto familiar o amistoso de un compañero, y en el caso de tener fobia se puede aplicar una crema anestésica local una hora antes de ponerle la inyección. EFE