Su nombre es Graziela Allan y viene a demostrarnos que lo imposible es posible si pones ganas y le echas mucha fuerza. Tiene 28 años y está embarazada de ocho meses, pero no es capaz de dejar de practicar el deporte que tanto le gusta. Ella no le hace ascos a una clase de crossfit si es necesario como demuestra en vídeo.
«Recibo muchas críticas y dicen que estoy loca. Hasta en el gimnasio hay gente que lo piensa y eso me molesta un poco. Estoy tranquila porque la práctica está autorizada por mi médica. Estoy acostumbrada porque entreno desde hace cuatro años y entonces no tenía por qué parar», explica. Eso sí, admite que ha bajado la intensidad de sus ejercicios un poco.
