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Se emborrachan en su luna de miel y se despiertan siendo dueños del hotel

Gina Lyons, de 33 años, y Mark Lee, de 35, forman una pareja de londinenses que decidió adquirir un hotel rústico durante una borrachera. Lucky Beach Tangalle se llama el hotel que ahora gestionan y en el que están volcando todas sus energías. Y son felices, pero no imaginaban que el destino les tenía preparado este […]

Gina Lyons, de 33 años, y Mark Lee, de 35, forman una pareja de londinenses que decidió adquirir un hotel rústico durante una borrachera.

Lucky Beach Tangalle se llama el hotel que ahora gestionan y en el que están volcando todas sus energías. Y son felices, pero no imaginaban que el destino les tenía preparado este futuro.

Durante su viaje de luna de miel, la pareja se alojó en un hotel costero de Sri Lanka. En su primera noche se fueron a la playa a beber ron y tan felices estaban que se dejaron llevar por los impulsos del momento.

Bebiendo junto a algunos empleados del hotel, se les comentó que la concesión de arrendamiento del complejo turístico estaba a punto de finalizar y todos temían por sus puestos de trabajo. En ese momento se les encendió la bombillita y estuvieron de acuerdo en pagar las 30.000 libras que costaba hacerse con la concesión.

«El hotel era muy barato y se veía antiguo, pero su ubicación en la playa era perfecta y nos recordaba una casa en un árbol… ¡nos encantó!», recuerda la pareja sobre el momento en que sus vidas cambiaron para siempre. «Estábamos tan borrachos que nos pareció buena idea pagar las 10.000 libras anuales para la concesión de los próximos años», explican.

No, no es que firmasen documentos estando perjudicados etílicamente, pero sí comenzaron las conversaciones para cerrar el trato. E iban en serio, muy en serio. Al día siguiente conocieron a la pareja encargada del lugar y, con la ayuda de traductores, cerraron el acuerdo definitivo.

Hace ya un año de aquello y en marzo deberán abonar la mitad del dinero al haber acordado pagarlo en dos plazos. Es una locura, pero con final feliz porque están tan contentos que incluso han sido padres por primera vez y viven entregados al establecimiento, muy reformado y más moderno desde que son los encargados.

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