Una niña de 13 años se asustó al descubrir que la lápida de su abuelo se usaba como decoración en una Casa del Terror en un parque temático en Alemania.
Según se ha sabido a raíz de la investigación, la lápida había sido vendida al parque temático Geiselwind en lugar de ser desechada adecuadamente al finalizar el contrato de arrendamiento del cementerio.
El propietario del parque temático, que ahora está en juicio denunciado por la familia del fallecido, se ha disculpado con la viuda y los familiares, pero el proceso continúa adelante.
La chiquilla disfrutaba de un día en el parque cuando se preparó para entrar en la Casa del Terror. Allí se quedó petrificada al encontrar la lápida de su abuelo, fallecido en 1996. De inmediato, envío una fotografía a su abuela, la viuda del señor de la lápida, cuya sorpresa fue mayúscula.
Sin parar de llorar, la niña se marchó del parque. Ella no llegó a conocer a su abuelo, pero toda su familia le había hablado de él y, claro está, identificó el nombre de inmediato.
El problema se originó porque en Alemania las parcelas de los camposantos se alquilan por 20 o 30 años debido a su alto coste. Tras finalizar en 2016 ese período de dos décadas, la viuda abonó una cantidad para la destrucción de la lápida, pero ahora resulta que en lugar de hacerlo vendió la lápida al parque de atracciones.
El propietario del parque temático explicó en el juicio que había comprado ocho lápidas grabadas a un albañil que se comprometió a hacer que las inscripciones fueran irreconocibles, algo que al final no sucedió.
