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La OMS reconoce como enfermedad el síndrome del trabajador quemado

La Organización Mundial de la Salud tiene previsto reconocer el síndrome del trabajador quemado (burnout) como un trastorno vinculado a la vida laboral en la próxima clasificación de enfermedades. Este reconocimiento se decidió en la última asamblea de expertos, aunque no es una novedad, sino una modificación. De hecho, este trastorno existe en el listado […]

La Organización Mundial de la Salud tiene previsto reconocer el síndrome del trabajador quemado (burnout) como un trastorno vinculado a la vida laboral en la próxima clasificación de enfermedades.

Este reconocimiento se decidió en la última asamblea de expertos, aunque no es una novedad, sino una modificación. De hecho, este trastorno existe en el listado desde los años noventa, pero figuraba en una categoría genérica referida a «problemas en el control de la vida diaria». El cambio radica en que se este trastorno se asociará

Los expertos calculan que el síndrome del trabajador quemado afecta al 10% de empleados, quedando entre el dos y el cinco por ciento los casos más graves. En cuando a los síntomas, se separan en varias categorías:

  • Psicosomáticos: cefaleas, molestias gastrointestinales, insomnio, entre otros.
  • Conductuales: problemas relacionales, absentismo laboral, entre otros.
  • Emocionales: distanciamiento afectivo, ansiedad y disminución del rendimiento laboral.
  • Defensivos: negación de los síntomas anteriores y desplazamiento de los sentimientos hacia otros ámbitos.

Lo principal es un fuerte sentimiento de impotencia, ya que desde el momento de levantarse ya se siente un cansancio excesivo. El trabajo parece no tener fin y, a pesar de que se hace todo para cumplir con los compromisos, nunca se termina.

La persona que lo padece cambia el carácter y lo que antes era motivo de alegría ya no lo es, pierde la capacidad de disfrutar y el trabajo ya no produce incentivos para la persona afectada con desgaste profesional.

En España, algunas sentencias han reconocido este síndrome como «accidente de trabajo», pero existe un vacío enorme en este sentido.

Por cierto, apuntamos que se aconseja utilizar la expresión ‘síndrome del trabajador quemado’ y no el anglicismo burnout.

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