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Una enfermera adopta a una niña que llevaba cinco meses ingresada y sin visitas

Liz Smith, de 45 años, no puede tener hijos. Su gran sueño se veía frustrado, pero entonces una casualidad le cambió la vida. Por su trabajo de enfermera conoció a una pequeña niña que estuvo ingresada durante cinco meses. En todo ese tiempo no recibió ni una sola visita. Sucedió en un hospital de Michigan […]

Liz Smith, de 45 años, no puede tener hijos. Su gran sueño se veía frustrado, pero entonces una casualidad le cambió la vida.

Por su trabajo de enfermera conoció a una pequeña niña que estuvo ingresada durante cinco meses. En todo ese tiempo no recibió ni una sola visita.

Sucedió en un hospital de Michigan (Estados Unidos) y Smith se «enamoró» de la pequeña niña que estaba a cargo del Estado.

La pequeña sufría síndrome de abstinencia neonatal al provenir de una madre drogadicta que había consumido cocaína, heroína y metadona durante la gestación. Mientras la niña permanecía ingresada, los servicios sociales intentaban buscarle acomodo con alguna familia, pero Smith se lanzó a por ella.

Semanas más tarde fue aceptada su petición y se llevó a la niña a casa. Al principio, sus padres biológicos la visitaron, pero sus recaídas en las drogas hicieron que las autoridades los declarasen incapacitados para cuidar de la pequeña.

La pequeña Gisele ha dejado atrás sus problemas de salud y crece feliz junto a su madre adoptiva, que la quiera con locura desde el primer día que la conoció en el hospital.

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