El confinamiento de la población y el cierre de empresas en muchos países por la crisis del Coronavirus traerá muchas consecuencias posteriores. Y una de ellas puede afectar directamente a la sexualidad de las personas.
Una de las principales productoras de preservativos a nivel mundial se sitúa en Malasia y lleva una semana y media sin funcionar. Este parón ya supone decenas de millones de unidades sin fabricar y los almacenes se vacían tras abastecer a las marcas más conocidas de este producto.
Según la empresa, que espera obtener un permiso para funcionar aunque sea a la mitad, la escasez podría durar bastante tiempo una vez que se recupere la normalidad.
