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Jamenei pide severidad contra las protestas que exigen democracia

El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, instó ayer a los responsables del Gobierno iraní a aplicar de forma severa las leyes contra las conspiraciones, en alusión a las manifestaciones que piden democracia en el país.

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El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, instó ayer a los responsables del Gobierno iraní a aplicar de forma severa las leyes contra las conspiraciones, en alusión a las manifestaciones que piden democracia en el país.

La máxima autoridad en la jerarquía del poder en la República Islámica calificó de “delicada” la situación en Irán y dijo que hay que actuar con cautela ante un grupo de seguidores procedentes de la ciudad santa de Qom.

“En esta situación de conspiraciones se debe actuar con mucha cautela y diplomacia, aunque en su momento también hay que actuar de forma rotunda para los enemigos fracasen en su planes”, dijo Jamanei en declaraciones citadas por Fars.

Irán está hundido en grave crisis política y social desde el pasado junio, cuando miles de personas salieron a las calles para protestar contra el resultado de las elecciones presidenciales del 12 de junio, que la oposición califico de “fraudulentas”.

Las manifestaciones fueron oprimidas brutalmente por las fuerzas de seguridad controladas por Jamenei, con un saldo de al menos 30 muertos y miles de detenidos, según cifras oficiales.

La grave crisis desatada por esta situación ha enfrentado aun más las dos corrientes del régimen iraní: los reformistas, que denuncian el resultado de las elecciones, y los conservadores, en el poder, que califican de legítima “la victoria” de Mahmud Ahmadineyad en las elecciones presidenciales.

Mientras que la oposición ha conseguido atraer a todos los opositores bajo la bandera del denominado “Movimiento Verde”, los conservadores sufren cada vez más de desacuerdos internos.

CULPA A OCCIDENTE

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, acusó ayer a Occidente de provocar disturbios en Irán para impedir que se convierta en una potencia mundial, en alusión a las protestas e incidentes que se han sucedido en el país desde su reelección en junio pasado.

“Ellos, que han cometido todo tipo de crímenes desde la Segunda Guerra Mundial, quieren que los demás paguen los platos rotos y con esta postura creen que pueden presionar al pueblo iraní”, dijo en la inauguración de una fábrica de producción de aluminio en Bandar Abbas, en el sur de Irán.

Los occidentales “saben que un país como Irán, teniendo en cuenta sus grandes riquezas, su situación estratégica y su pueblo, conseguirá convertirse en la potencia indiscutible del mundo en los próximos cincos año”, agregó Ahmadineyad, cuyo discurso fue emitido en directo por la televisión.

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