España

La falta de respeto de Rouco

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Parece que  la campaña de los denominados autobuses ateos  ha escocido y mucho a la jerarquía eclesial que preside el arzobispo Antonio María Rouco Varela. Es curioso que se les denomine así cuando deberían citarse como autobuses agnósticos ya que la cita empieza por “Probablemente Dios no existe” lo que siembra una duda, no una afirmación. Y es que para dogmas de fe y afirmaciones ya están los obispos. Los que montan mitines y salen con pancartas a las calles no dudando de nada y proclamando su fe a los cuatro vientos salen ahora criticando una pequeña campaña en unos cuantos autobuses urbanos.

Como mínimo es paradójico que Rouco afirme que la libertad de expresión “debe ser tutelada” y que el mensaje de los autobuses “habla mal de los creyentes y es un abuso”. ¿Tan endeble es su fe que un mensaje en un autobús puede hacerle mella? Este caso es una muestra más de que la jerarquía sigue queriendo influenciar en todos los aspectos de la sociedad, hasta los más nimios. Si de verdad estuvieran interesados en la tolerancia y el respeto deberían haber tomado medidas contra ciertas soflamas que se lanzan a las ondas desde la radio episcopal. El resto, sobra.

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