España

El Sindicato de Policía alerta falta de medios para controlar la frontera de Melilla, paso de falsificadores y contrabando

Estos días son miles de marroquíes los que cruzan Melilla para sumarse a las fiestas que celebra, pero asegura que esta situación no es extraordinaria porque "cada día cruzan miles de personas la frontera sin que la Policía Nacional o la Guardia Civil tenga posibilidad de hacer un control efectivo"

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La Unión Unificada de Policía (UFP) ha alertado este jueves de la falta de medios existente para controlar la frontera de Melilla con Marruecos, un paso por el que asegura que entran a diario decenas de personas a las que no se puede hacer un control efectivo o productos de contrabando.

   Según expone el sindicato policial, estos días son miles de marroquíes los que cruzan la frontera con Melilla para sumarse a las fiestas que celebra la comunidad autónoma, pero asegura que esta situación no es extraordinaria porque "cada día cruzan miles de personas la frontera sin que la Policía Nacional o la Guardia Civil tenga posibilidad de hacer un control efectivo".

   Un ejemplo de ello son las "decenas" de argelinos que, según UFP, pasan el control fronterizo con pasaportes marroquíes falsificados. "Es tal el volumen de tráfico de personas que es imposible hacer un control exhaustivo de todos, encontramos contrabandistas y falsificaciones de pasaportes", denuncia el portavoz de la UFP, Serafín Giraldo.


   Pero además, apunta un elevado tráfico de personas diariamente en coches destartalados que esconden a subsaharianos indocumentados, que llegan a Melilla "aspirando a que el centro de acogida se sature y les envíen a la Península".

   "Es imposible controlar todos los vehículos porque no hay personal suficiente para hacer controles efectivos de tanto vehículo. Hay días que la frontera está controlada sólo por dos agentes, no disponemos de servicios asistenciales, nos vemos desbordados", denuncia Giraldo.

MARROQUÍES EMPADRONADOS EN LA PENÍNSULA

   A ello se suma el contrabando, ya que miles de personas cruzan a diario la frontera de Melilla cargadas de voluminosos bultos, además de "los cientos de residentes marroquíes que están empadronados en la Península que cruzan la frontera para no perder los beneficios sociales". "Por lo mismo, muchos reconocen abiertamente que trabajan en Melilla sin los papeles reglamentarios", asegura.

   Por último, tampoco hay control de los vehículos que entran, contrarrestando con el control al que deben someterse los coches españoles que pasan a Marruecos, que deben someterse a una inspección y sólo reciben autorización para seis meses.

   La UFP denuncia además que el personal de apoyo anunciado por la delegación del gobierno en Melilla ni es suficiente ni está formada en cuestiones de control de extranjería y frontera. "El personal sigue siendo insuficiente a pesar del apoyo para la operación de verano; da la sensación de que el Gobierno prefiere mirar para otro lado ante la inmigración ilegal, el empleo irregular y el contrabando", concluye Giraldo, quien se pregunta si se "ha tirado la toalla del Estado de Derecho" en la ciudad autónoma.

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