España

Compromís-Equo exige extremar la vigilancia ante la posible compra de votos por correo, especialmente en Melilla

El diputado adscrito al Grupo Mixto del Congreso quiere que el Congreso emplace al Ejecutivo a hacer un "control efectivo" de todo el proceso electoral

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El diputado de Compromís-Equo en el Congreso, Joan Baldoví, ha registrado una proposición no de ley para instar al Gobierno a que extreme las precauciones ante la posibilidad de que operen tramas para la compra de voto por correo en las elecciones locales y autonómicas del próximo 24 de mayo, especialmente en Melilla, donde desde 1995 se han registrado varios episodios de presunta compra de sufragios.

   En concreto, el diputado adscrito al Grupo Mixto del Congreso quiere que el Congreso emplace al Ejecutivo a hacer un "control efectivo" de todo el proceso electoral, extremando la vigilancia, atendiendo "con premura" todas las denuncias que se produzcan y ordenando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, "la búsqueda de pruebas que pudieran ser indicios de la presencia de una maquinaria de trama de voto por correo".

   Aunque la petición de Compromís-Equo es que se controle el proceso en todo el país, la exposición de motivos de la iniciativa se centra únicamente en el caso de Melilla y desgrana las distintas denuncias sobre la presunta compra de votos en las municipales de ciudadanos de confesión musulmana que se han registrado en esta ciudad autónoma desde 1995.

   Aquel año tuvo lugar la llamada 'operación ladrillo' en la que se acusó al PP de comprar votos a cambio de materiales de construcción para los barrios de mayoría musulmana, en los que la autoconstrucción de viviendas se realizaba de forma generalizada.

EL VOTO POR CORREO, MÁS SEGURO

   Según recuerda Compromís-Equo, las municipales de 1999 y 2003 también se vieron salpicadas de rumores y acusaciones sobre compra de votos de diferentes formas, pero entonces habrían entrado en juego más partidos y la compra se habría centrado en el voto por correo, que da más garantías al comprador de que la papeleta que se introduce en el sobre que va a la urna es la apalabrada".

   En los comicios siguientes, de 2007, la Guardia Civil de Melilla destapó un supuesto fraude en la captación de votos por parte del Gobierno melillense, del PP, que habría pagado vales de alimentos de 60 euros a los vecinos que votasen a este partid por correo y falsificado impresos de voto por correspondencia.

   Compromís-Equo también cita el proceso judicial iniciado tras las generales de 2008 sobre la trama de compra de voto por correo de la coalición PSOE y Coalición por Melilla. Según los autos judiciales, el sistema consistía en ofrecer a las familias de barrios periféricos y de mayoría musulmana un puesto de trabajo dentro de los planes de empleo público a un miembro de cada familia a cambio del voto de todos los componentes cada una de ellas.

   Además, aporta cómo se ha ido incrementando el voto por correo en Melilla desde la locales de 1999, cuando lo solicitaron 672 electores, una cifra similar a la de los que hicieron en las generales de 2000 y 2004.

   Sin embargo, en las municipales de 2003 el voto por correspondencia llegó a los 1.046 sufragios; en las locales de 2007 se registraron 1.662 votos mediante esta modalidad, y en las generales de 2008 se alanzó la "exorbitante cifra de 3.082 votos por correo", casi el 10% de los residentes en Melilla, frente a la media de 2% del resto del país. De las cuatro elecciones posteriores, solo en las locales de 2011 se volvieron a registrar denuncias de compra de votos.

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