El hayatoleslam (rango inferior al de ayatolá) ocupó ayer el principal altavoz político del régimen para exigir un castigo ejemplarizante y volvió a acusar a la prensa extranjera de espolear las protestas contra la elección del presidente Mahmud Ahmadineyad, que la oposición ha denunciado como fraudulenta.
“Aquellos que han liderado las protestas deben ser acusados de Mohareb (los que atacan a Dios). El Poder Judicial debe castigarlos de forma contundente y sin piedad para que todo el mundo aprenda la lección”, afirmó Jatamí, uno de los miembros más conservadores de la Asamblea de Expertos.
“Creemos que protestar es derecho de todos, siempre y cuando sea se haga través de las vías legales”, agregó Jatamí, quien subrayó que el Consejo de Guardianes actuó de forma correcta para satisfacer las quejas.
El citado consejo, órgano que debe validar los resultados electorales, aseguró ayer que no halló ningún indicio de fraude en unas elecciones limpias.
El resultado electoral destapó las disensiones existentes entre la clase clerical en la opaca cúpula del régimen teocrático iraní y causaron las mayores protestas callejeras en treinta años de revolución islámica, con un saldo de al menos una veintena de muertos y cientos de detenidos.
En este sentido, Jatamí volvió a acusar de los disturbios a los países occidentales y advirtió que la prensa internacional no debe decir todo lo que quiera.