La Guardia Civil ha acreditado a lo largo de casi 2.000 folios la pasividad que tuvieron los Mossos d'Esquadra durante el referéndum ilegal del 1 de octubre. Lo han hecho a través del análisis de las conversaciones por radio que realizaron los agentes destacados en los colegios electorales, en las que se reflejan que no fueron capaces de incautar ninguna urna antes de las votaciones. Pero también constatan que al menos tuvieron una oportunidad de confiscar un vehículo lleno de ellas, sin embargo, prefirieron dejarlo marchar.
Así aparece reflejado en los informes entregados por el instituto armado en el Tribunal Supremo, a los que ha tenido acceso Europa Press, en los que aparece reflejada una conversación con la Sala de mando de un agente que intervino un coche en Drassanes, en la Escuela de Idiomas de Barcelona.
Este agente de los Mossos pidió órdenes a la Sala, lo hizo en varias ocasiones a lo largo de más de media hora, pero nunca llegó una respuesta. Entre tanto, él fue rechazando el ofrecimiento de ayuda de otros compañeros que estaban en la zona alegando que estaba a la espera de instrucciones.
La tardanza en la respuesta, que nunca llegó, provocó que cada minuto que pasaba fuera llegando más gente al punto donde tenía retenido el vehículo. Finalmente, y tras más de media hora con el coche parado a la espera de órdenes, otro compañero irrumpe por radio y le anima a marcharse ante la falta de respuesta de los mandos. "Se tiene que retirar, evidentemente", le espeta.
Los hechos sucedieron así:
A las 7:48 el agente Agora 122 comunica con COMTAL-O que se encuentra en Drassanes (Escuela de Idiomas) con un vehículo retenido el cual tiene el maletero lleno de urnas, por lo que solicita ayuda de otros equipos por estar rodeado de gente.
A las 8:07, el agente Gaudí-12 comunica con COMTAL-0 y le informa de que en Drassanes tienen parado un coche con urnas en su interior, habiendo identificado al conductor e interroga si realiza otra actuación como el decomisado de las urnas, para lo que sería necesario la presencia de soporte operativo por la presencia de numerosas personas. Comunica finalmente que permanece a la espera esperando instrucciones.
A las 8:09, Sala COMTAL-0 pide a Gaudí 12 la confirmación de que le habla desde la Escuela de Idiomas, y seguidamente le pide que espere a que le den instrucciones. Interviene en ese momento el agente 130 quien comunica tener conocimiento de que hacia la posición de Gaudí 12 se estaban trasladando unas 50 o 60 personas.
A las 8:11, agente Armilla 32 comunica con Gaudí 12 ofreciéndole su apoyo ya que se encuentra al principio de la calle muy cerca de Drassanes y su misión es la de refuerzo del Distrito. Gaudi 12 le contesta que de momento NO, ya que se encuentra a la espera de recibir instrucciones.
A las 8:16, Gaudí 12 comunica con COMTAL-0 e informa que en el Punto 8 Drassanes puede haber unas 100 personas. COMTAL-0 le interroga si todavía tiene parado el vehículo en el lugar y el agente lo confirma.
A las 8:17 indicativo COMTAL-0 comunica a Gaudí 12 que está esperando indicaciones, pero que tenga cuidado ya que lo primero es su seguridad.
A las 8.17, Armilla 32 comunica con Gaudí 12 y le dice que permanecen a la escucha, que si necesitan apoyo solo tienen que decirlo. Gaudí 12 le responde que negativo, que se encuentran rodeados, pero de momento la situación es relativamente tranquila.
A las 8:19 el agente Punto 12 comunica con COMTAL-0 y participa que han escuchado como un alto cargo o responsable desde el interior (de otro punto de votación) ha comunicado que marchan 30 personas más a la Escuela Oficial de Idiomas.
A las 8:19, Gaudí 12 comunica nuevamente con COMTAL-0 e interroga si van a mandar recursos operativos a su posición en Drassanes, contestando la Sala que de momento se están haciendo las gestiones y aún no les han dicho nada. Gaudí 12 insiste en que le den una respuesta inmediata ya que el número de personas va en aumento y si no le dicen nada y por una cuestión de seguridad se retirarán del lugar.
En ese momento Gaudí 91 entra en la conversación y dando la razón a Gaudí 12 añade que si se está consultando con un superior pero éste no ha obtenido respuesta, por seguridad "debe obrar en consecuencia y se tiene que retirar, evidentemente".
Gaudí 12 le da el recibido y toma la decisión de marcharse del lugar aludiendo al gran número de personas que les rodea, y según él mismo esto hace imposible cualquier actuación atendiendo a los principios de congruencia, proporcionalidad y oportunidad. Cuando Gaudí 12 comunica que se marchan se escucha de fondo un fuerte sonido de aplausos.
Tras este episodio que la Guardia Civil refleja en ese informe de casi 2.000 páginas entregado al juez Pablo Llarena, el instituto armado concluye que "no se entiende el hecho de que ningún responsable de los Mossos ordenara desde el principio de una forma clara la incautación de las urnas que el Equipo Agora 122 había comunicado haber hallado en el interior de un vehículo".
Tampoco se entiende, según el informe, la actuación del indicativo Gaudí 12, quien no actuó a pesar de que podía contar con el apoyo de diversas unidades en servicio que estaban cercanas y se ofrecieron a ir a su posición. Además, señalan que quedó a la espera de instrucciones de cómo actuar de "no se sabe por parte de quien" ya que, relatan los investigadores, éstas no estaban claras para el personal de servicio ni para la Sala COMTAL-0 o el superior Gaudi-91.
En este sentido, la Guardia Civil precisa que, a pesar de que el indicativo tenía información de que se estaba desplazando gente al lugar --incluso enviada por un "alto cargo, responsable"--, prefirió mantenerse a la espera lo que "hizo posible" que junto al vehículo se fueran concentrando personas, en un número aproximado de 200 y "todo esto a la espera de recibir instrucciones que nunca llegaron".
Según el informe, esto provocó que otro compañero, Gaudí 91, lo animara a tomar una decisión con comentarios tales como que lo mejor era "retirarse, evidentemente", y teniendo también la comprensión de la Sala, que le decía que ante la falta de instrucciones tuviera cuidado ya que lo primero era su seguridad.
Por ello, el instituto armado concluye que todas estas circunstancias hicieron que "pareciera justificada la decisión de retirar a las fuerzas policiales presentes en el lugar dejando en el interior del vehículo las urnas sin requisarlas".